viernes, 30 de diciembre de 2022

El esfuerzo (también en educación) no se negocia

De tanto en cuanto aflora la cuestión de "la cultura del esfuerzo" en los mentideros educativos, tanto tuiteros como analógicos. El típico "es que ya ni se esfuerzan" refiriéndose a alumnado que ha dejado de lado cualquier compromiso con el aprendizaje y con sus, no lo olvidemos, OBLIGACIONES escolares se lee en Twitter con cierta frecuencia, pero también se escucha a menudo en salas de profesorado y juntas de evaluación. Es una crítica de trazo grueso que quizá no resistiera un análisis serio y pormenorizado. ¿No se esfuerza en absoluto el alumnado de hoy en día?, ¿lo hacíamos todos en nuestros años mozos? Ejem, ejem.

Ante esto saltan "los otros" criticando esas supuestas alabanzas al esfuerzo. Que si "por favor, volvemos a la letra con sangre entra", que si de qué vale esforzarse para "aprendrer y simplemente luego vomitar en el examen" (sí, la viñeta del niño potando conocimientos se ha vuelto a ver estos días por las redes)... Y el debate se nos queda ahí, en la superfície. ¿Esfuerzo?, ¿por qué?, ¿para qué?

Es un tema sobre el que se ha escrito mucho y reconozco que me falta lecturas al respecto. Quizá por eso mismo yo lo encaro desde una óptica muy básica. Cualquier logro, en general, requiere de cierto esfuerzo, entendiendo aquí el concepto a partir de la segunda acepción del vocablo que recoge la RAE (últimamente pienso mucho en la RAE):  

Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades. 

¿Dónde esta el problema? Cualquier proceso de aprendizaje y de mejora requiere, normalmente, de la superación de ciertos obstáculos y dificultades. Y todos los sapiens que no somos especialmente brillantes necesitamos hacer esfuerzos varios para cumplir nuestros objetivos. Y no solo en el ámbito académico. Ese esfuerzo entendido como compromiso, hábitos, trabajo, implicación y perseverancia es el que identifico que debe tener cualquier persona que afronte un proceso de aprendizaje o mejora determinado. Insisto, no me cabe en la cabeza qué crítica se le pueda hacer a eso.

Luego hay otros factores, por supuesto. No todo el mundo no se esfuerza porque no le da la gana, está claro. Si volvemos estrictamente al ámbito escolar, hay chicos y chicas que, por determinados motivos, no están para reflexionar sobre el esfuerzo y los hábitos de aprendizaje. Hablarle a un chaval de esfuerzo cuando tiene a su padre en prisión o a su madre enganchada a la cocaína, cuando depende de las ayudas de servicios sociales para alimentarse o cuando no tiene ni agua ni luz en casa puede parecer ridículo o poco empático. No obstante, también existe otra lectura y es la que sigue: "Chaval, sin esfuerzo no sales de esta ni de coña".  Ahí es donde, a mi parecer, el sistema educativo debe adaptarse para responder, en la medida de lo posible, a esas necesidades específicas y trabajar desde otro ángulo la cuestión de la cultura del esfuerzo. Recursos, inversión, blablabla...

Pero a lo que iba, que tendemos a oponer la cultura del esfuerzo con la cultura del placer. Parece que a aquellos que defendemos la cultura del esfuerzo no nos guste disfrutar de los placeres de la vida. Que sí, que sí, que a mí me gustaría sacarme el puto C1 de inglés de una maldita vez escuchando un podcast de 10 minutos al día, pero va a ser que no. O me pongo a currar, o va a resultar imposible. Igual con mis marcas corriendo, con esa unidad didáctica situación de aprendizaje que quiero rehacer, con el proyecto de libro que tengo entre manos..

Compromiso. Hábitos. Trabajo. Implicación. Perseverancia. ¿Qué hay de malo en transmitir estas ideas?

Y claro, con sentido. No hablaré aquí de Sísifo y tal. Por supuesto que el trabajo, el esfuerzo, debe tener sentido. Darle una vuelta al trabajo que hacemos en las aulas debería ser inherente a nuestra profesión. Me preocupo en diseñar situaciones de aprendizaje que sirvan para que mi alumnado aprenda. Unas les resultarán más atractivas que otras, estoy seguro. Pero me preocupo cero de la cuestión del esfuerzo porque, para mí, es inherente al trabajo que les planteo. Vas a tener que leer, comprender, visualizar, sintetizar, esquematizar, reproducir, crear, exponer... Y eso requiere esfuerzo, al menos como lo entiendo yo. Y diría que no soy ninguna excepción en el ámbito educativo.

Por último, dos cosas. La primera, me encanta la tercera acepción de la RAE para la palabra esfuerzo: "Ánimo, vigor, brío, valor". Podríamos ponerla más en valor y relacionarla más con la expresión "la cultura del esfuerzo". ¡La cultura del brío y del valor! 😍 Y la segunda, me quedo con la frase del mito: El esfuerzo no se negocia. Porque, como mínimo, la sensación de haber hecho lo posible nos hará crecer en el ámbito que corresponda. Anda, ¡esfuérzate un poco y comenta tu punto de vista en comentarios! 😏

viernes, 16 de diciembre de 2022

III Congreso de Educación de personas adultas. ¡Suma y sigue!

Pues ya casi está aquí. A lo largo de estos últimos días los compañeros y compañeras de la Comunitat Valenciana han abierto por fin las inscripciones al tercer Congreso estatal de Educación de personas adultas, este año con el lema "un derecho a nuevas oportunidades" y en formato híbrido. Sin duda, una muy buena noticia.

Hace casi dos años, los chalados de @fadultos inaugurábamos el primer Congreso estatal de Educación de personas adultas en modo virtual. Un congreso con cerca de mil personas inscritas que, modestia a parte,  supuso un punto de inflexión en la formación de adultos estatal. De esas jornadas surgieron a lo largo y ancho del país iniciativas, proyectos y grupos de trabajo que han tenido una continuidad significativa y que han contribuido notablemente al desarrollo de la etapa educativa. Un año más tarde, gracias al empeño y al trabajo de las compañeras del CAFI de Galicia, se celebraba una segunda edición, ahora ya sí con el apoyo de una administración detrás y en formato híbrido. Formato que ahora recupera el equipo de la Comunitat Valenciana para este tercer congreso, en el cual llevan trabajando "de valent" desde hace ya varios meses. Resulta evidente que "el bicho" va a tener continuidad, así que habrá que ir pensando quién va a acoger la cuarta edición. Seguro que habrá comunidades interesadas en albergarlo, no me cabe ninguna duda.

La celebración de un congreso de estas características es fundamental para una etapa educativa que, si bien se está abriendo hueco en el panorama mediático, aun debe conseguir mucha más presencia, no solo en las agendas de los medios de comunicación, sino sobre todo en las planificaciones y propuestas de las administraciones educativas correspondientes. En este sentido, la celebración de este tipo de eventos y su seguimiento masivo por parte de los profesionales de la etapa y demás personas vinculadas, ejercen una función fundamental de altavoz de necesidades y demandas, pero también de buenas prácticas y de puesta en valor de los centros de educación de personas adultas.

Es por ello que debemos volcarnos en su difusión, en una participación activa antes, durante y después de las jornadas y en contribuir a aumentar la repercusión de todo el potencial que presenta la educación de personas adultas. Desde este blog, como no podría ser de otra manera, y por supuesto desde @fadultos, le daremos todo el seguimiento que podamos en la medida de nuestras posibilidades. Además, siguiendo la línea de los anteriores, se trata de un congreso que favorece la participación de los profesionales de la etapa. Así que si quieres participar de manera activa, aquí tienes la web del evento para que le des un vistazo y para que puedas inscribirte, ya sea como asistente o para presentar tus propias experiencias. 

Por último, agradecer a los compas de la Comunitat su compromiso y esfuerzo en la organización. Nos consta que no se trata de una tarea sencilla. Seguiremos atentos a las nuevas noticias y comentando aquellos aspectos que más nos llamen la atención. ¡Estamos deseando ver ya el programa! 😃


lunes, 12 de diciembre de 2022

Goebbels y la propaganda educativa

Mi última lectura me ha llevado a revisar los once principios diseñados por Joseph Goebbels, como todo el mundo sabe, padre de la propaganda nazi y responsable del Ministerio de Educación Popular y Propaganda, creado por Adolf Hitler a su llegada al poder en 1933. Pues bien, repasando los principios elaborados por Goebbels para dirigir la propaganda del gobierno nazi me vino a la cabeza la idea de un posible post para el blog. Leyendo cada uno de los fundamentos goebbelianos se me ocurrió que seguro que en Twitter podría encontrar sin demasiada dificultad manifestaciones de docentes de distinto pelaje (se me entiende) que respondieran a cada uno de los principios expuestos por el político nazi. 

Dicho y hecho. Me puse a la tarea y, efectivamente, encontré ejemplos para prácticamente todos ellos. Pero quise hacerlo más difícil todavía. Para evitar cebarme con nadie y tener variedad de fuentes, me marqué como reto no referenciar más de un tuit por docente. Y que conste que resistirse era difícil, pues hay algunos TL que me hubieran permitido redactar el post solo con sus publicaciones en la red del pajarito. Ellos. En masculino. Sí.

El caso es que conseguí con relativa facilidad más de 25 tuits que ilustraban perfectamente los fundamentos propagandísticos básicos diseñados por Goebbels. La idea era publicarlos sin mencionar las autorías, por supuesto, con el objetivo de evidenciar el maniqueismo, la manipulación y el simplismo que se esconde en muchos de los (no)debates educativos en redes.  Pues bien, el caso es que teniendo el post a puntito de publicar, decidí tirar marcha atrás por dos motivos. 

Uno, el primero, porque hace tiempo que decidí que no entraría al trapo de ningún (no)debate educativo y el post, tal y como estaba montado, era una manera de hacerlo. Desde hace meses me he impuesto la idea de participar en redes desde un punto de vista propositivo y evitando el choque absurdo que no lleva a ningún lugar. Entendía que, desde ese enfoque, poner en la palestra según qué mensajes (prometo que había variedad y colorido diverso) contribuía más al ruido que a cualquier otra cosa.

Y dos, porque no quería ni quiero que nadie se sienta ofendido por lo que simplemente es un punto de vista personal sobre la cuestión. Entiendo que un post de esas características podría conllevar que alguien pensara que le estaba llamando nazi y, como historiador que uno es, no me ha apetecido ofender a nadie. Y aquí me pongo presuntuoso, porque de mis palabras se entiende que espero que este post lo lea alguien cuando, de un tiempo a esta parte, este blog, como muchos otros blogs similares, son claros vestigios de una era ya pasada. De hecho, quizá ese sea uno de los síntomas de un nuevo paradigma educativo, al menos en redes, donde el debate sosegado, la broma, la contraposición de ideas y la reflexión compartida se han visto arrinconadas por el choque, la discusión perpetua y el trincherismo radical. En fin, me temo que es lo que hay...

En cualquier caso, no me resisto a poner los once principios de Goebbels y, así sí, que cada uno saque sus propias conclusiones. ¿Os recuerdan los argumentos y estrategias de alguien? ¡Se aceptan, y se agradecen, comentarios! 

Los once principios de la propaganda nazi de Joseph Goebbels:

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada:

3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. 

6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.