Empezamos el año hablando sobre lo realmente importante en educación. Empezamos también con una recomendación bloguera, cosa poco habitual en estas páginas. Y no será porque no hayan mil y un espacios de reflexión educativa de interés (véase el trabajazo de compilación realizado en este sentido por @xarxatic en el apartado Edublogs de su bitácora personal). Tantos, de hecho, que no damos abasto. En cualquier caso, quisiera presentar un blog que he descubierto hace muy poco y que me parece un gran hallazgo porque, en mi opinión, centra su punto de mira en (lo que debería ser) la clave de nuestra profesión: nuestro alumnado.
Recuerdo que antes de empezar a escribir en DE VUELTA traté de diseñar una estructura basada en varios ejes temáticos sobre los cuales reflexionar desde mi experiencia personal. Así pues, por un lado, me planteaba visibilizar el día a día de los centros de personas adultas, eternos olvidados del panorama educativo nacional. Las aventuras y desventuras del profesorado de los centros educativos era otra de las líneas de trabajo que pretendían abrirse. Lecturas educativas y temas de actualidad debían, también, tener una presencia importante en DE VUELTA. Y así, poco a poco, fue apareciendo una especie de prototipo con el que empezar a trabajar. Ésta era la idea inicial, claro, después salió lo que salió...
Otro de esos ejes temáticos era, como no podía ser de otra manera, el alumnado. La idea era reflexionar (empatizar, comprender, descubrir, conocer...) sobre/con/a esas personas que dan sentido a nuestros centros educativos y que, en muchas (quizá demasiadas) ocasiones son, paradojas de la vida, los grandes olvidados del tinglado. Pensé, incluso, en dar voz a algunos de esos alumnos en mi blog para dar a conocer experiencias de éxito (y no me refiero solo a resultados académicos) para, también de esta manera, dar a conocer la importancia del trabajo desarrollado en los centros de adultos. Pensé, de hecho, en varios formatos posibles: historias de vida, entrevistas... El caso es que 130 publicaciones más tarde no ha aparecido ni un solo testimonio de mi alumnado por aquí...
Y en estas que descubrí "Vislumbramos", el fantástico blog de Max Alcañiz, entusiasta profesor de un centro de adultos con amplísima experiencia en distintas etapas y realidades educativas. La idea es sencilla y, como suele ocurrir en estos casos, genial a la vez. Se trata de poner en relación escuela y vida mediante la narración de la experiencia concreta de exalumnos con los que el autor ha coincidido a lo largo de los casi veinticinco años que lleva desarrollando la docencia. ¿Qué fue de aquel alumno revoltoso?, ¿Dónde andará aquella señora que con tanto entusiasmo venía a la escuela? Pero en Vislumbramos no encontramos simplemente historias de vida, ni mucho menos. Aparecen también reflexiones sobre la profesión realizadas después de (re)establecer el contacto con exalumnos, en algunos casos muchos años después de haber abandonado las aulas. Así pues, son textos que tienen la fuerza del contacto directo entre personas, más allá de la jerarquía que, queriendo o no, establecemos profesores y alumnos en nuestro contacto en los centros educativos.
En definitiva, me parece una manera muy inteligente y sincera de reflexionar sobre nuestra profesión. Creo que Vislumbramos le otorga al alumnado la importancia que realmente merece, ubicándolo en el centro del proceso y recordándonos el lujo que tenemos de poder compartir durante meses, años a menudo, fragmentos de la vida de tanta y tanta gente. Démosle, pues, la importancia que se merece.
Para leer más artículos sobre alumnado haz clic aquí.
Recuerdo que antes de empezar a escribir en DE VUELTA traté de diseñar una estructura basada en varios ejes temáticos sobre los cuales reflexionar desde mi experiencia personal. Así pues, por un lado, me planteaba visibilizar el día a día de los centros de personas adultas, eternos olvidados del panorama educativo nacional. Las aventuras y desventuras del profesorado de los centros educativos era otra de las líneas de trabajo que pretendían abrirse. Lecturas educativas y temas de actualidad debían, también, tener una presencia importante en DE VUELTA. Y así, poco a poco, fue apareciendo una especie de prototipo con el que empezar a trabajar. Ésta era la idea inicial, claro, después salió lo que salió...
Otro de esos ejes temáticos era, como no podía ser de otra manera, el alumnado. La idea era reflexionar (empatizar, comprender, descubrir, conocer...) sobre/con/a esas personas que dan sentido a nuestros centros educativos y que, en muchas (quizá demasiadas) ocasiones son, paradojas de la vida, los grandes olvidados del tinglado. Pensé, incluso, en dar voz a algunos de esos alumnos en mi blog para dar a conocer experiencias de éxito (y no me refiero solo a resultados académicos) para, también de esta manera, dar a conocer la importancia del trabajo desarrollado en los centros de adultos. Pensé, de hecho, en varios formatos posibles: historias de vida, entrevistas... El caso es que 130 publicaciones más tarde no ha aparecido ni un solo testimonio de mi alumnado por aquí...
Y en estas que descubrí "Vislumbramos", el fantástico blog de Max Alcañiz, entusiasta profesor de un centro de adultos con amplísima experiencia en distintas etapas y realidades educativas. La idea es sencilla y, como suele ocurrir en estos casos, genial a la vez. Se trata de poner en relación escuela y vida mediante la narración de la experiencia concreta de exalumnos con los que el autor ha coincidido a lo largo de los casi veinticinco años que lleva desarrollando la docencia. ¿Qué fue de aquel alumno revoltoso?, ¿Dónde andará aquella señora que con tanto entusiasmo venía a la escuela? Pero en Vislumbramos no encontramos simplemente historias de vida, ni mucho menos. Aparecen también reflexiones sobre la profesión realizadas después de (re)establecer el contacto con exalumnos, en algunos casos muchos años después de haber abandonado las aulas. Así pues, son textos que tienen la fuerza del contacto directo entre personas, más allá de la jerarquía que, queriendo o no, establecemos profesores y alumnos en nuestro contacto en los centros educativos.
En definitiva, me parece una manera muy inteligente y sincera de reflexionar sobre nuestra profesión. Creo que Vislumbramos le otorga al alumnado la importancia que realmente merece, ubicándolo en el centro del proceso y recordándonos el lujo que tenemos de poder compartir durante meses, años a menudo, fragmentos de la vida de tanta y tanta gente. Démosle, pues, la importancia que se merece.
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