sábado, 28 de agosto de 2021

Claves para el debate ideológico en el aula

El otro día me llegaba vía Twitter una secuencia de vídeos donde una docente argentina tenía una agria discusión política con uno de sus alumnos de (imagino algún curso similar al) bachillerato. Digo discusión pero me paso de generoso. La verdad es que el vídeo no dejaba a la docente en cuestión demasiado bien parada. Grabado con nocturnidad (se me entiende) y alevosía se mostraba, más que un debate sosegado y enriquecedor, un mitín populista y excesivamente agresivo más propio de un plató de televisión de un programa de telerrealidad que de una institución académica. No enlazo el vídeo porque me pareció de muy mal gusto, tanto por cómo fue conseguido como por la actitud de la docente en cuestión, pero supongo que no te costará demasiado encontrarlo.

El caso es que a partir de ahí, algunos twitteros (creo que Jordi Martí lanzaba preguntas concretas al respecto) planteaban si habría que permitir el debate ideológico en el aula. Yo tengo clarísimo que sí. Como docente de ciencias sociales no puedo prescindir del análisis y del debate ideológico, aunque soy consciente de que se trata de pisar terrenos resbaladizos y complejos, especialmente en los tiempos que corren. Van aquí algunas ideas para aclarar mi postura al respecto de lo que debería ser un debate académico rico y productivo sobre ideología en el aula. Vaya por delante que partimos de debatir sobre ideologías y/o planteamientos políticos que respeten los derechos humanos fundamentales. Esa es la línea roja que marca, no solo mi posición personal, sino (más importante si cabe) la propia normativa curricular, al menos la de mi comunidad autónoma.

1. Nadie puede imponer su punto de vista, especialmente yo como docente. Yo, como ciudadano, tengo una ideología política y ética, es evidente. Pero además de mi papel ciudadano, como profesional de la educación juego un rol de referente educativo que no puedo tomar a la ligera dando exclusivamente un punto de vista de la compleja realidad política, económica y social. Tampoco debo permitir, como responsable del aula, que las voces más empoderadas (por discurso, formación o rol dominante en el aula) limiten la pluralidad ideológica del aula, si es que la hubiera. Todo el mundo debería poder expresar su punto de vista e ideología sin cortapisas.

2. El debate debe realizarse con rigor y acudiendo a las fuentes de información. No deberíamos permitirnos dar por buenos o deslegitimar puntos de vista sin recurrir a datos concretos y a informaciones verificadas. Tampoco recurrir, en el caso de los docentes, al "eres muy joven para comprenderlo" o fórmulas similares. Se argumenta con datos, no desde la condescendencia ni desde la trinchera.

3. Es una obviedad pero el tono del debate debe ser el de buscar puntos de encuentro, no el choque. Esto puede sonar ridículo a tenor de lo lejos que nos queda en cualquier debate político, periodístico actual. EN definitiva, no deberíamos debatir para vencer al otro sino para comprenderlo. Cualquier debate que acaba a gritos o con faltas de respeto es una oportunidad de oro perdida para el aprendizaje.

4. Debemos formarnos académicamente precisamente para eso, para comprender al otro (especialmente los profesores, pero también los alumnos). Sería interesante tratar de evitar el sesgo de confirmación e intentar tener la máxima información posible de aquello que criticamos.

En "La fantasía de la escuela burbuja", un post a seis manos escrito hace años con la añoradísima Débora Kozak y con el compañero valenciano Óscar Boluda, reflexionábamos sobre si la escuela puede permanecer al margen del debate ideológico y político. Escribía Débora "En principio es necesario establecer que la escuela debería ser, por lejos, el lugar a donde se estimule el diálogo; el debate y el respeto por las diferencias. Resulta imposible pensar que esto es factible reclamándole al docente que sea “neutro”, que no tenga ideología. TODOS tenemos ideología, consciente o no; partidaria o no, pero todos la tenemos. La asociación entre “ideología y peligro” es la base de toda sociedad que ha perdido el rumbo de la democracia. Sembrar sospecha sobre el pensamiento diferente supone así que existe una forma de ver las cosas que es válida y que las de otros no lo son. ¿Cómo es posible construir diálogo si se parte de esta base?".

¿Diálogo ideológico en la escuela? Por supuesto que sí. Desde el respeto, el rigor y la voluntad de entendimiento no me cabe ninguna duda que, no es que se pueda, sino que se debe dialogar sobre ideología en las aulas. Es más, diría cuando no podamos hacerlo en la escuela ya todo estará perdido.

 


jueves, 19 de agosto de 2021

Cualquier tiempo pasado fue... anterior (también en educación).

Antes sí que hacía frío en invierno. Y calor en verano, claro. Con Franco se vivía mucho más seguro, dónde va a parar. Y no había tanto paro. Los tomates de antes sí que tenían sabor, como el resto de frutas y hortalizas. También la carne y el pescado. Y los chavales eran mucho más educados y atentos. El pan estaba riquísimo, tierno hasta pasados dos días. Y el agua del grifo sabía mejor, no como ahora que es imbebible. Los electrodomésticos de antaño eran mucho más resistentes y eficaces. Las bombillas duraban mucho más. ¿Y la ropa? Antes sí que era duradera y de calidad. Ahora un par de lavados y ya parecen prendas de temporadas anteriores. La televisión del pasado sí que era interesante, con todos esos debates sesudos y análiticos. Documentales, teatro y demás programas culturales colapsaban las ondas hertzianas ilustrando a jóvenes y mayores. No como ahora, donde todo son patochadas superficiales sin ningún tipo de aporte cultural e intelectual. Incluso los dibujos animados de antes transmitían valores y conocimiento, no como los actuales, todo ruido, gritos y tensión y violencia gratuitas. El periodismo de antes sí que era riguroso y objetivo. En la actualidad ya no sabes de quién fiarte.

¿Y qué me decís de la escuela? La escuela del pasado sí que instruía y formaba ciudadanos críticos y responsables. Aprendizaje a porrillo presto para ser difundido entre todos y todas. Una escuela al servicio del pueblo. Los docentes de antes sí que eran rigurosos y estaban formados y bien preparados para el ejercicio de la enseñanza. Gente responsable, profesional e implicada con su trabajo. Los contenidos de antes sí que calaban en los estudiantes, impregnándolos de saberes útiles y enriquecedores. ¿Y el alumnado? Chavales y chavalas implicados con el aprendizaje y con su crecimiento personal, tanto académico como ciudadano. La escuela de antes sí que era eficaz en su cometido de generar aprendizaje. Seguro que gracias a que los profesionales que trabajaban en ella, especialmente los equipos directivos, tenían el rigor y la planificación estratégica de sus proyectos como hojas de ruta inquebrantables e insoslayables. En fin, la escuela del pasado era una ESCUELA así, en mayúsculas.

O no.



martes, 13 de julio de 2021

Dogmas y (no)debates educativos: cuatro obviedades para el diálogo constructivo.

Está tenso el (no) debate educativo en redes en los últimos tiempos. Lo categorizo de "(no) debate" porque, salvo contadas excepciones, no me parece que haya demasiado interés en escuchar las razones del otro y en comprender su punto de vista. Da igual lo que se (no) debata: el currículum del bachillerato, la estructura de la selectividad, la aplicación del trabajo por ámbitos, la evaluación por competencias, los procesos de formación y selección del profesorado, memoría sí o memoria no... Insisto, lo mismo da. El caso es cavar rápidamente la trinchera propia, cargar munición, buscar aliados y al lío.

Luego está la visión dogmática del asunto que impera en muchos docentes y profesionales del ámbito. A estas alturas de la película, negar que la educación es un mundo poliédrico donde tienen cabida distintos planteamientos, realidades y estrategias es acercarse a unos niveles de dogmatismo que considero que ningún profesional del ámbito se debería permitir. Cómo voy a cuestionar yo la profesionalidad de un/a director/a que lleva más de una década de trabajo en su centro con unos niveles de transparencia absolutos y con una mejora de resultados evidente. Cómo voy a cuestionar la labor de tantos centros con proyectos bien definidos y engrasados, aún en las antípodas de mis planteamientos profesionales, que están generando aprendizaje de calidad en su alumnado. Y es que de plantear dudas y/o cuestionar determinados planteamientos a echar por tierra el trabajo del "otro" va un trecho largo.

Servidor tiene la sensación de que nos empeñamos en hacernos fuertes en nuestra postura negándonos a escuchar las razones del otro. ¡Cómo si hubiera solo una senda hacia el aprendizaje! En nuestros centros, al menos en los que yo conozco, convivimos docentes de distinto pelaje y características. En mi propio departamento los perfiles docentes que habitamos somos tan dispares que cualquiera podría pensar que de esa escasa convergencia sería difícil generar situaciones de aprendizaje. Pues bien, obviamente se dan. Y lo mismo pasará en centros con departamentos más homogéneos y selección de personal "perfilada". El debate podría, debería a mi entender, extenderse hacia la política (de selección del personal, de formación del profesorado, de derechos laborales, de derechos del alumnado, de recursos asignados...) no hacia aspectos secundarios del mismo que lo único que hacen es reforzar las trincheras existentes y crear nuevas. Además de aburrir enormemente, dicho sea de paso.

Así pues, ¿cómo proponer alternativas para un diálogo constructivo? Viendo la deriva del debate en redes sociales se me antoja casi imposible pero, en cualquier caso, aquí van cuatro obviedades para conseguir destensar levemente el (no) diálogo:

  1. Asumir que el "otro" también enseña, ya sea competencial o magistralmente. Lo siento, amigo/a, no tienes el monopolio del aprendizaje.
  2. Restar agresividad al debate. Podemos tener puntos de vista distintos, incluso contrapuestos, pero no estaría de más exponer nuestras ideas de forma pacífica y constructiva. De hecho, deberíamos ser ejemplo de ello.
  3. Aceptar que mi experiencia personal es solo eso, MI experiencia. Más allá de ella está la de cientos de miles de profesionales que quizá, solo quizá, puede que también tenga algo de valor.
  4. Y, por último, poner el foco en lo importante, que en este caso diría que también es urgente, la POLÍTICA EDUCATIVA (recursos, plantillas, selección, formación, inversión... En definitiva, todo aquello que tiene que ver con la planificación estratégica).

Creo que con estas cuatro ideas básicas podría iniciarse un nuevo camino hacia un diálogo más interesante y, sobre todo, más productivo y enriquecedor para nuestro alumnado que el que impera en redes y foros educativos en la actualidad. Aunque me temo que quizá hoy me haya levantado demasiado optimista... 🙈


 

martes, 9 de febrero de 2021

Test de equidistancia docente

Descubre tu nivel de equidistancia docente respondiendo con un a) muy de acuerdo, b) ¿puedo matizar? o c) nada de acuerdo las siguientes afirmaciones sobre el sistema educativo. Resultados más abajo.

  • El uso de la memoria en el proceso de aprendizaje está sobredimensionado.
  • La única manera de aprender "de verdad" es disfrutando en el aula.
  • Las tareas académicas deben estar ligadas a la realidad e intereses del alumnado.
  • Para motivar al alumnado, nada mejor que un buen proyecto.
  • Lo importante es que los alumnos hagan cosas.
  • El aprendizaje por proyectos es incompatible con la adquisición de conocimientos específicos.
  • Todo el conocimiento está en Internet, la escuela debe (simplemente) ayudar al alumnado a poder discriminar esa información de acuerdo a sus intereses (bueno, eso y el trabajo de las emociones).
  • La adquisición de competencias (para la vida, laborales, etc.) es más trascendente que la acumulación de conocimiento.
  • El trabajo emocional debe ser uno de los ejes fundamentales en la tarea docente en las aulas.
  • El examen tradicional es una herramienta de trabajo totalmente prescindible.
  • El trabajo transversal debe superar la especialización y compartimentación actual en materias.
  • El uso de metodologías y estrategias de aprendizaje activas (ABP, ABJ, Gamificación, Flipped  Classroom, etc.) favorece el aprendizaje en mayor medida que la clase magistral.
  • Cada alumno/a es bueno en alguna cosa y esas capacidades son las que la escuela debe potenciar.
  • La pasión y vocación docentes són más importante que la profesionalidad y el bagaje cultural del profesorado.

Mayoría de Muy de acuerdo

¡Felicidades, eres un docente innovador de manual! Vas tan sobrado de estrategias innovadoras que no te costará en absoluto adaptarte al nuevo paradigma que las élites económicas están planificando para las siguientes décadas. Además, tu inteligencia emocional y saber hacer te permitirá ayudar a tu alumnado independientemente de los recursos que las administraciones destinen a la educación. Y es que, cómo tú dices siempre, ¡querer es poder!

Mayoría de Nada de acuerdo

¡Felicidades, formas parte de la resistencia! Tu compromiso con el saber y el conocimiento están fuera de toda duda, incluso en estos tiempos oscuros donde los referentes clásicos se tambalean para dar paso a la nueva "intelectualidad andorrana". Ánimo, sigue perseverando. Con tu entusiasmo y buen hacer seguro que conseguirás contagiar a tu claustro y a tu alumnado para caminar juntos de la mano por la senda del conocimiento verdadero.

Mayoría de ¿puedo matizar?

Vaya, ¡menudo equidistante estás hecho! No te mojas ni debajo de la ducha. Está todo el mundo tomando partido y tú te encabezonas en matizarlo todo. Que si "a ver, tampoco pasa nada por hacer algún examen", que si "el año pasado hicimos un proyecto y funcionó muy bien"... ¡Que no se puede estar en misa y repicando! Rehuyes el debate verdadero y así no hay manera de avanzar. Toma partido o aplícate la máxima de los primeros días de confinamiento: "Quédate en casa".

Para más absurdeces sobre docencia véase:


 

viernes, 29 de enero de 2021

Educar en la realidad o 21 motivos para huir de las pantallas en la infancia y la adolescencia

Acabé hace unos días el ensayo Educar en la Realidad de la autora canadiense Catherine L'Ecuyer. Se trata de una obra ligera en planteamiento y forma pero que, quizá gracias a ello, plantea de manera clara y concisa cuestiones interesantes sobre la educación de nuestros hijos/alumnos. Un libro muy útil para reflexionar sobre la educación en su amplio espectro (hogar y ámbito escolar, se entiende), por lo que contiene enseñanzas y planteamientos interesantes tanto desde una perspectiva más bien doméstica y familiar como desde el ámbito profesional.

Sin querer hacer un análisis profundo de la obra (en la red encontraréis numerosas entrevistas a la autora y reseñas críticas), sí que quisiera destacar algunas de las ideas-fuerza presentes en el texto que me parecen de especial interés en estos tiempos de pantallismo extremo y creciente, me temo. Paso a enumerar algunas de ellas en formato listado con la esperanza de que generen reflexión y/o debate. Pido perdón por adelantado por si: a) algunas pueden resultar absurdamente obvias; y b) añado excesivas opiniones personales al asunto.

  1. El tiempo que un/a niño/a pasa delante de la pantalla no lo pasa interaccionando con la realidad. Para educar en la realidad ésta debe estar presente. El tiempo virtual resta tiempo a las relaciones humanas y esto, en la infancia y la adolescencia, es fatal.
  2. La multitarea es un mito: cuando hacemos muchas cosas a la vez (o simplemente  dos) no las realizamos simultáneamente sino en paralelo. 
  3. La idea de nativo digital también es un mito: haber nacido en la era digital no implica tener unas habilidades especiales para dominar la tecnología. Que una criatura de dos años sea capaz de manejar un smartphone habla "bien" de la inteligencia de la persona que lo ha diseñado, no especialmente de la del niño/a.
  4. Niños y adolescentes (añadiría, también, al resto de miembros de la especie homo sapiens) necesitan de intermediarios "humanos" que permitan el crecimiento en todos los ámbitos. Las pantallas no pueden cumplir esta función.
  5. El acceso a la tecnología en la infancia requiere de unos tiempos escalonados que, siendo generosos, digamos que no siempre se están cumpliendo.
  6. El modelo actual de consumo promueve la extensión de numerosos neuromitos que favorecen el pantallismo infantil.
  7. Educar con una motivación externa como base no contribuye a generar conocimiento valioso ni asienta hábitos de aprendizaje coherentes. Se trataría de evitar el adiestramiento para favorecer el conocimiento.
  8. Quizá deberíamos empezar a cuestionarnos la frase "la tecnología no es ni buena ni mala, depende de cómo se use".
  9. Las pantallas son una enorme fuente de influencia en jóvenes y adolescentes. Dime qué ven y te diré qué imitan.
  10. Quizá en vez de personalizar el aprendizaje las pantallas están contribuyendo a individualizar el aprendizaje.
  11. El déficit de habilidades offline de los adolescentes puede contribuir a incrementar la vulnerabilidad de conductas disfuncionales en la red (adicciones a juegos de azar, redes sociales, juegos de entretenimiento online, etc.).
  12. "Vivir la vida en directo" es incompatible con la media de horas que los niños, niñas y adolescentes españoles pasan delante de las pantallas.
  13. Quizás la innovación pasa por invertir más tiempo pensando detrás de las pantallas que delante de ellas.
  14. ¿Todo, ya sean contenidos o competencias, ya sea en casa o en la escuela, lo aprendemos divirtiéndonos?, ¿sin diversión no hay aprendizaje?, ¿qué mensaje estamos dando mediante la asociación de estas dos ideas?
  15.  Quizá el acceso temprano a la tecnología no contribuya a reforzar el autocontrol en niños y adolescentes.
  16. Pretender que los niños aprendan un uso responsable de las pantallas proporcionándoles cuanto antes un dispositivo no se me antoja la opción más inteligente. ¿Qué podría salir mal? 
  17. (Aquí barro para casa). La formación humanística en edades tempranas es fundamental para reforzar los criterios de relevancia y sentido que permitan al niño, a posteriori, decidir que vale o no la pena atender.
  18. La creciente dispersión de la atención entre el alumnado (quizá podría extenderse a muchos adultos) es uno de los grandes problemas del sistema educativo actual.
  19. El creciente tiempo dedicado a las pantallas puede generar en muchos chicos y chicas un significativo déficit de realidad.
  20. Contra los contenidos inadecuados (violentos, agresivos, "fuera de edad", etc.) no debe haber término medio
  21. Conocer y pensar no significan lo mismo. ¿Qué verbo promueve, en mayor medida, el uso de las pantallas?, ¿cómo afecta el uso de las pantallas a la producción de trabajos de nuestros estudiantes?, ¿podemos hablar de una generalización del "copia y pega?, ¿podemos hablar de un déficit de pensamiento?

Cierro con otra de las frases subrayadas durante mi lectura. No se me ocurre mejor manera de hacerlo: "Nuestros hijos han de crecer en el mundo real, no encadenados en la caverna de las sombras. Han de empezar el día subiendo la persiana y leyendo el cielo para tomar la decisión de vestirse para un día frío, cálido o lluvioso. ¡No puede ser que busquen esa información en el teléfono inteligente! Y no puede ser que su primer y último pensamiento sea mirar el móvil. En definitiva, no puede ser que gasten los mejores años de sus vidas con la nariz pegada a sus pantallas". Pues eso, pongámosle empeño e imaginación al asunto.

lunes, 25 de enero de 2021

¿Un congreso nacional como punto de inflexión?

El sábado 23 de enero tuvo lugar el I Congreso Nacional de Educación de Personas Adultas, aunque seguro que ya estás mínimamente al día del asunto. Cómo para no estarlo, con la tabarra que hemos dado organizadores y asistentes con el evento de marras. Como parte de la organización, pido disculpas por la turra que hemos dado en redes, pero es que la ocasión lo merecía.

Es cierto que en los años ochenta ya se habían organizado algunas jornadas de este tipo en el ámbito de la educación de personas adultas. También que el CEFIRE de Castellón ha celebrado recientemente varios eventos internacionales con carácter bianual. Cierto. Pero esto era otra cosa. La intención era abrir un espacio para que centros de todo el país pudieran compartir sus experiencias y saberes en torno a la educación permanente, un foro donde ofrecer también un espacio de visibilización a la educación de personas adultas. Un marco, a su vez, desde donde fortalecer redes existentes y empezar a tejer nuevas sinergias y colaboraciones. A toro pasado, podemos decir que las expectativas se han cumplido con creces.

La idea del Congreso surge, como las mejores cosas de la vida, en el seno de un grupo de amigos con intereses comunes. Eso es lo que es @fadultos, la Comunidad de Docentes de Educación de Personas Adultas creada en 2016. Si bien es cierto que los fundadores de @fadultos somos (literalmente) cuatro amigos (que, de hecho, nos hemos conocido trasteando por aquí, por la red, compartiendo cursos, formaciones y saraos educativos varios) la Comunidad es mucho más amplia. @fadultos son Marian, Olga, Joan, Javier, Azucena, Frede, Joan Lluís, Anna, Luis, Pedro, Remei, Ander, Àngels, Quim... En definitiva toda la gente que se suma a las iniciativas desarrolladas desde el grupo o que, directamente, toma la voz y sugiere, propone y participa de nuevas ideas y actividades.

Y ese, a mi modo de ver, ha sido una de las grandes fortalezas del congreso. Se trata de un evento que surge desde la propia comunidad, organizado sin ningún tipo de trabas ni de cortapisas burocráticas. Cero compromisos con nadie. Él único compromiso era con la propia calidad del programa,  el cual fue diseñado con voluntad inclusiva y con la intención de ofrecer una jornada rica en experiencias y valiosa en contenidos. Enredando a muchísima gente encantada de dejarse enredar. ¿El resultado? Casi mil personas inscritas en una formación sin ningún tipo de certificación oficial o administrativa en forma de puntos y/o otras contrapartidas administrativas. Como diría nuestro compañero Max, esto sería como para que alguno se lo hiciera mirar.

Un evento, por otra parte, organizado por cuatro personas a coste cero gracias a la generosidad de los participantes y de Cisco Webex, quien nos cedió gratuitamente el uso de la plataforma. La cual, por cierto, funcionó de lujo, todo sea dicho. Un evento que gestionado desde la administración (lo imagino desde mi perspectiva de extécnico de educación municipal) hubiera sido un calvario y que montado desde la "anarquía educativa" ha sido un auténtico lujo y un disfrute. Bueno, se le ha echado muchas horas, sí, pero al final el esfuerzo ha valido la pena muy mucho.

No entraré aquí a valorar la calidad de las ponencias y presentaciones. Cada uno tendrá su opinión pero yo debo decir que disfruté y aprendí enormemente de todas ellas a lo largo de la jornada. Entra y juzga tú mismo consultando todos los materiales, los tienes a tu disposición en la página web del congreso. No obstante, sí quisiera destacar el mensaje que nos regaló Fernando Trujillo en su presentación de cierre. Ha llegado la hora de la #comunidadEPA. Ha llegado el momento de darle la vuelta a la tortilla para prestigiar una etapa educativa fundamental en el devenir de cualquier país que deba afrontar los retos que se nos presentan por delante. Y es en este contexto donde esperamos que este primer #congresoepa haya supuesto un punto de inflexión para movilizar a la comunidad educativa y para que las administraciones sean conscientes de lo que se traen entre manos. Los centros y la sociedad están respondiendo. Ahora toca que acompañen las políticas y los recursos.

Por último, no quiero cerrar sin dar mil gracias a mis compañeros de @fadultos por su excelente trabajo. A Diego por liarnos siempre en todas sus locuras y por demostrarnos, una vez más (la millonésima), esa capacidad de trabajo y esa pasión tan suyas por hacer las cosas siempre desde la excelencia. A Max, por su enorme sabiduría y sentido del "deber educativo". No he encontrado a nadie tan comprometido con su profesión como él. Y a Josep, por poner siempre el sentido común y, a veces, echar el freno cuando el resto rodábamos como locos hacia el precipicio. 

Me pareció escuchar y leer algunas voces, pelín agoreras, que siempre las hay (y está bien que así sea) diciendo que el congreso muy bien y tal, pero que ahora lo importante es mantener el compromiso. Pues bueno, el nuestro y el de TODA la comunidad de @fadultos está fuera de toda duda. No solo el compromiso, también la ACCIÓN CONCRETA. Seguiremos aportando, ofreciendo alternativas, generando complicidades y, por supuesto, equivocándonos a veces. Eso sí, siempre con la voluntad de sumar para tirar hacia adelante y, lo realmente importante, contribuir a mejorar las vidas de nuestro alumnado. ¡Aquí nos tenéis para lo que sea necesario! ;)