jueves, 24 de diciembre de 2015

Out of the office

Ahora sí que sí, desconectamos unas semanas. ¡Nos vemos a partir del 11 enero! Disfrutad mucho estos días de vacaciones, ¡que en breve estamos DE VUELTA!


martes, 22 de diciembre de 2015

En resumen (año II)...

Menudo año. Extenuante pero ha cundido lo suyo. Ya es tradición hacer un poco de resumen por aquí del trabajo desarrollado durante el año que cerramos en unos días. Ha sido una auténtica locura, la verdad, así que a ver cómo conseguimos sintetizar todo el trabajo realizado a lo largo de los últimos doce meses.

A nivel de centro, el 2015 ha sido un bombazo. Hemos conseguido cerrar nuestro plan estratégico para los próximos 5 años con la participación de todo el equipo. No solo eso, sino que ya hemos iniciado su implementación durante el primer trimestre de este curso y de momento los resultados han sido muy positivos. Muchas cosas a mejorar, cierto, pero es un placer ver a todo el equipo trabajando de manera organizada y en la misma onda. ¡Así da gusto! Hemos escrito de ello por aquí. Por otro lado, el 2015 ha sido "año mapaTIC" en la escuela. Un proyectazo caído del cielo que nos ha permitido darnos un buen revolcón metodológico y organizativo. Un proyecto que parecía no llegar en el mejor momento pero que decidimos asumir y tirar hacia adelante y que nos ha proporcionado un impulso espectacular poniéndonos en contacto con otros centros de adultos. También hemos escrito alguna entrada al respecto (ver aquí).

En relación con "de vuelta", sin novedad en el frente. Cada vez más actividad, eso sí, pero la tónica habitual desde su creación: temas del día a día de los centros de adultos y reflexiones sobre educación, así en general. Ha sido un placer colaborar con compañeros de etapa educativa, especialmente con Josep Miquel Arroyo, en la elaboración de posts específicos sobre los centros de formación de personas adultas (léase Carta abierta al alumnado de los centros de adultos). Estamos en "negociaciones" para cerrar una colaboración periódica. Creo que finalmente nos pondremos de acuerdo, somos "chicos fáciles. También publicamos por aquí un post con Maria José Chordá, profesora de lengua y literatura que durante el curso pasado trabajó en un CEPA de la comunidad valenciana. Así pues, en Nunca es tarde...  reflexionábamos sobre determinados perfiles presentes en los centros de adultos. Muy comentada y celebrada en las redes fue también la colaboración realizada con Óscar Boluda y Jaume Sans en El profesor blandengue, nuestro particular homenaje docente al universo Fary. Por otro lado, mantengo las colaboraciones puntuales con INED 21. Siempre es un placer publicar en uno de los magazines de referencia del ámbito educativo. Puedes ver las publicaciones del 2015 aquí.

También ha sido un año de formación intenso. En nuestro centro hemos implementado alguna formación grupal, entre las que cabe destacar el curso introductorio en Aprendizaje basado en proyectos y problemas y el curso de Geolocalización y realidad aumentada desarrollado en el marco del proyecto mapaTIC. Por otro lado, en el diseño y elaboración de nuestro plan estratégico resultó clave el curso de Liderazgo y autonomía escolar para el éxito educativo de todo el alumnado (Cursos de verano del Ministerio y la UIMP) y acabé el año con otro curso del INTEF, el de Tutores para la formación en red. Aunque, sin duda, la experiencia formativa más interesante del año (y de siempre, añadiría) ha sido el #betacamp. Un encuentro horizontal de personas interesadas en la educación que consolidó muchas ideas que rondaban por mi cabeza de manera dispersa. En el post #betacamp comprimidos creo que queda bastante clara mi percepción sobre el encuentro. Una experiencia fabulosa.

2015 ha sido también un año de numerosas colaboraciones donde compartir algunas de las experiencias desarrolladas en nuestro centro educativo. En febrero estuvimos en las jornadas sobre ABP organizadas por el CEFIRE de Castellón presentando mapaTIC. En Pim Pam Proyecto resumo algunas de las ideas al respecto de lo oído en aquellas interesantes sesiones. En mayo estuvimos en las jornadas sobre innovación educativa Open Girona explicando también el proyecto mapaTIC y aprendiendo de experiencias interesantísimas en distintas etapas educativas. Desde aquí quisiera agradecer que en ambas jornadas se acordaran de los centros de adultos, eternos desaparecidos en este tipo de eventos. En junio colaboré con la Escola d'Estiu de Persones Adultes dirigida por Angel Marzo y participé en el Webinar del curso #ABP_MoocINTEF con otros compañeros de la edición anterior. Otra experiencia fantástica. Por último, he cerrado el año compartiendo nuestra experiencia de gestión de centro con el CEPA Pitiüses de Ibiza, una colaboración que me ha hecho enorme ilusión por lo que conlleva de reconocimiento al trabajo que estamos desarrollando en nuestro centro.

En fin, que lo dicho: ¡una auténtica liada! Ahora bien, lo mejor, sin duda, ha sido el trabajo con el alumnado y conocer y poner cara (o foto de perfil) a un sinfín de personas de las que he aprendido un montón. Solo quiero agradeceros a todos el buen rollo, la sintonía y el aprendizaje que aportáis en este espacio. A mi equipo del CFA Dolors Paul deciros que sóis muy grandes y que hacéis un trabajo excelente. Y a mi pequeña family que us estimo molt i molt i molt!

¡Felices fiestas!


jueves, 17 de diciembre de 2015

Hay plan en Ibiza

El pasado martes tuve ocasión de presentar nuestro modelo de escuela a los compañeros del CEPA Pitiüses de Ibiza. La jornada se enmarcó dentro de un plan de formación establecido por el propio centro y el CEP de Ibiza para definir su proyecto educativo y los objetivos que deben guiar su práctica y gestión durante los próximos años. No hace falta decir que fue todo un honor que pensaran en el CFA Dolors Paul como experiencia de interés para abordar este trabajazo que tienen por delante. De hecho, nosotros este año estamos aplicando el plan estratégico que elaboramos a lo largo del curso pasado, así que nuestra experiencia -a pesar de nuestros muchos errores de principiantes- podía resultar, en este sentido, muy interesante para el CEPA Pitiüses.

Así pues, presentamos por un lado los aspectos más destacables de nuestro centro y, sobre todo, incidimos en el proceso de definición de nuestros objetivos estratégicos y de las estrategias y principales actividades planificadas para el presente curso escolar. No obstante, como siempre, lo más interesante de este tipo de encuentros surge del diálogo con el resto de compañeros, de las discrepancias y de los acuerdos que se producen, del contraste entre diferentes puntos de vista. En mi opinión, algunos de los aspectos e ideas más destacados de la jornada serían los siguientes (perdón por el desorden y los descuidos):
  • Es importante, en primer lugar, definir claramente nuestro planteamiento institucional. Es decir, responder a toda una serie de preguntas relacionadas con nuestra actividad como centro educativo: para quién trabajamos, en qué nos diferenciamos, cómo queremos ser en el futuro... Se trata de poner en común las visiones del centro y del entorno que tienen todos los miembros del equipo. En este sentido, puede llegar a sorprendernos lo variados y distintos que pueden ser los puntos de vista de un mismo equipo. Conocerlos y valorarlos por igual sólo puede contribuir a enriquecer el proyecto.
  • Hay que analizar bien nuestro contexto para detectar nuestras prioridades y necesidades, así como los recursos de los que disponemos. A partir de aquí podremos definir nuestros objetivos estratégicos.
  • Cabe hacer un esfuerzo por implicar al conjunto del equipo, cada uno en la medida de sus posibilidades. Cuanta más gente se implique en la elaboración del plan estratégico mejores, sin duda, van a ser los resultados. Un proyecto elaborado desde dirección sin el apoyo del equipo docente tiene muy pocas posibilidades de tirar hacia delante. De igual modo, un proyecto surgido del claustro sin el apoyo del equipo directivo no lo tiene demasiado mejor.
  • Hay que huir de la burocracia. Si la elaboración de un proyecto educativo cae en brazos del "burocratismo administrativo" estamos perdidos. A lo máximo que podremos aspirar es a que el documento final calce cualquier mesa coja que haya por el centro. Se trata, en mi opinión, de elaborar documentos prácticos, útiles, que sean fuentes de consulta a lo largo del curso. Mi teoría es que un documento de centro que no se consulta con frecuencia no sirve absolutamente para nada.
  • Deberíamos hacer un esfuerzo por concretar la teoría (las palabras bonitas) en actuaciones prácticas. Decir que somos un centro progresista y vinculado al entorno está muy bien, pero lo que hay que hacer es explicitar qué vamos a hacer para demostrarlo en nuestro día a día.
  • Hay que establecer indicadores que nos permitan medir nuestro trabajo y responsables de su ejecución. Durante la jornada comentábamos casos de proyectos y/o actividades bien planificados e interesantes que habían desaparecido (sic) por no tener asignados personas responsables que los ejecutaran.
  • Es igual de importante ser ambicioso que realista, quizá mejor lo segundo. Saber exactamente dónde estamos y qué podemos afrontar nos da un punto de realidad que nos va a ser muy útil en nuestra planificación.
  • Debemos hacer un esfuerzo por trabajar con el entorno. Los centros educativos somos parte importante de la comunidad y es clave que estemos abiertos a sus demandas y a los recursos que ésta nos ofrece. 
  • Hay que ser flexible en el proceso de trabajo. Nuestro día a día está lleno de imprevistos que pueden hacer saltar por los aires nuestros planes. Planificar con flexibilidad nos permitirá adaptarnos a los imprevistos y no frustrarnos cuando se produzcan retrasos que, sí o sí, van a terminar apareciendo. 
  • Y, quizá lo más importante, hay que ponerle mucha ilusión y ganas. En los centros de adultos (y en cualquier otra etapa educativa) tenemos un fantástico y motivador trabajo por delante. Pongámosle ilusión y ganas y los resultados van a ser, sin duda, mucho mejores.
De ilusión y ganas, precisamente, van sobrados muchos compañeros del CEPA Pitiüses. Ilusión, ganas y una amplia experiencia y profesionalidad que seguro que van  a permitir que superen el contexto complicado que tienen delante y que acaben desarrollando y aplicando las muchísimas ideas y propuestas que tienen en mente. ¡Y entonces les invitaremos a que vengan a contárnoslo!

PD: Muchas gracias a Anna Tur por pensar en el CFA Dolors Paul para esta jornada de trabajo, a Iñaki Monge por la confianza y a Max Alcañiz por ejercer de perfectísimo y pacientísimo anfitrión y por cometer el error de invitarnos de vuelta a la isla. ¡Somos muy gorrones, así que te tomaremos la palabra! ¡Besos y abrazos por triplicado!


sábado, 12 de diciembre de 2015

Profes en red, centros en red: ¿por qué colaborar con otros centros?

Apunto de cerrar el proyecto mapaTIC, el cual nos ha ocupado todo el 2015, la semana pasada hicimos un último encuentro con el profesorado del resto de centros participantes. En total han sido cuatro encuentros sumando reuniones de equipos directivos y de profesorado, más dos encuentros masivos con el alumnado de las tres escuelas de adultos. Esta dinámica para algunos centros ya es la tónica habitual. De hecho, nosotros llevamos algunos años trabajando y reuniéndonos puntualmente (mínimo un par de veces al año) con otros centros de adultos de la zona. Reuniones puntuales de trabajo sobre temas específicos que cada uno plantea y resuelve a su manera pero que sirven para intercambiar ideas, propuestas, soluciones y, por qué no decirlo, para hacer un poco de terapia de choque, lo cual no viene nada mal.

Me comentaba Joan Padrós, director del CFA Palau de Mar y compañero del proyecto mapaTIC, la importancia de hacer el salto del profesorado en red hacia un modelo de escuelas en red. Y estoy de acuerdo. Es cierto que todavía queda mucho trabajo por hacer, pero muchos docentes ya están dando ese paso que supone abrir el aula. Miles de docentes de todas las etapas educativas ya comparten sus propuestas en blogs, páginas web y redes sociales, asisten a jornadas y eventos educativos y, en definitiva, hacen ese trabajo de conexión con otros profesores para mejorar sus prestaciones profesionales. Insisto, queda mucho trabajo por hacer, cierto, pero me parece que se trata de una deriva imparable. Será que me he despertado optimista.

Otra cosa es la conexión de centros, claro. Y es que una cosa es que los docentes den el salto y otra bien distinta que organizaciones donde muchos no se reconocen o no reconocen su filosofía de trabajo sean capaces de colaborar con otras de manera efectiva y eficaz. A pesar de la escasa experiencia que me avala en estos temas, me atrevo a afirmar que si una mayoría de docentes no reconoce el centro como propio, no comparte su filosofía de trabajo o, por otra parte, ésta no está claramente definida entre todo el equipo el impacto de este trabajo en red va a resultar irrisorio. En "El punto de partida" escribía hace meses al respecto de esta cuestión.

Pero, ¿por qué hacerlo?, se preguntarán muchos. ¿Por qué esa necesidad de trabajar conjuntamente con otros centros?, ¿qué provecho podemos sacar como centro y como profesionales de tamaño esfuerzo y desgaste? Leo en Red Consultoría Social unas notas que, en base a nuestra experiencia a lo largo de los últimos años, podríamos adaptar al ámbito de la cooperación entre instituciones educativas.

En primer lugar, porque aprendemos juntos. Todos aportamos, compartimos contenidos, experiencias, ideas, éxitos y fracasos y de ese compartir surgen propuestas que debidamente adaptadas a nuestra realidad pueden generar soluciones y/o proyectos muy interesantes.

En segundo lugar, porque el trabajo en red nos pone las pilas. El trabajo en red refuerza el trabajo colaborativo en el propio centro, abre nuevas vías de investigación y de práctica metodológica y nos anima a salir de nuestra zona de confort, lo cual ya me parece una gran victoria.

Por otro lado, porque nos sentimos acompañados y, por tanto, sentimos el apoyo del otro. Esto es especialmente importante en procesos de cambio o en el inicio de proyectos en los cuales no tenemos demasiada experiencia. Poder contar con el asesoramiento de otros centros que ya han transitado el camino que vamos a iniciar es un lujo que no podemos desaprovechar. Esto nos permite, además, compartir herramientas, documentación, en definitiva, resultados del trabajo real que pueden ahorrarnos horas y horas de trabajo y muchos quebraderos de cabeza.

En cuarto lugar, porque nos da una perspectiva enriquecida de nuestra realidad. Salir y conocer otros centros nos muestra nuestras debilidades, cierto, pero también nuestras fortalezas. Así pues, por un lado, nos puede marcar el camino hacia la mejora de determinados aspectos mientras que, por otro, puede llevarnos a valorar positivamente aspectos de nuestro centro a los que no prestábamos atención y que, una vez comparados en el exterior, resulta que no están nada mal.

Y quinto, por último, porque el trabajo en red nos hace visibles y transparentes y eso, en mi opinión, nos mejora como centros educativos por dos temas. Uno, porque esa visibilidad se traduce en presencia en nuestro entorno inmediato y me parece que ese debe ser un objetivo clave de cualquier centro educativo. Y, dos, porque esa necesidad de transparencia implica un cuidado y un rigor en todos los ámbitos de trabajo del centro que acaban generando mejoras importantes.

En definitiva, es cierto que el trabajo en red genera desgaste y mucho esfuerzo pero, en mi opinión, son inconvenientes que vale la pena afrontar ya que las ventajas y el margen de crecimiento que representa para el centro colaborar con otras instituciones educativas compensa con creces estas dificultades. Así pues, ¿qué, nos animamos a trabajar en red?

NOTA: Para conocer nuestra experiencia concreta en el proyecto mapaTIC puedes acceder al blog de la agregación de centros haciendo clic aquí.

Para leer más colaboraciones con INED 21 haz clic aquí.



sábado, 5 de diciembre de 2015

El clima de aula: del polo norte al trópico

En el polo norte hace un frío que te pelas, claro. Temperaturas bajo cero durante prácticamente todo el año. Las precipitaciones son escasas, eso sí, y la gran mayoría de veces en forma de nieve. Todo ello origina una desierto de hielo donde apenas se encuentra un atisbo de vida (absténganse de puntualizaciones los biólogos, por favor). Un sitio curioso de ver, sin duda, pero, seamos realistas, un clima que resulta un infierno para la vida humana. 

El trópico es otra cosa, por supuesto. Las temperaturas cálidas y, sobre todo, las precipitaciones abundantes dan lugar a una flora y una fauna exhuberantes. Puede hacer mucho calor, cierto. Las precipitaciones pueden ser torrenciales, cierto también. Las tormentas tropicales la pueden liar parda a menudo, también es verdad. Pero, convendréis conmigo que se trata, sin duda, de un lugar mucho más apacible y agradable para la vida.

Y es que en cuestiones climatológicas estamos vendidos, eso es así. Y que conste que yo no me quejo, que en mi zona no estamos nada mal, la verdad. No obstante, si en relación al clima poco o nada podemos hacer (más que agenciarnos un buen aparato de aire acondicionado o una buena calefacción y rezar para que el recibo de la luz no nos trastoque demasiado el mes), en lo que se refiere al clima de aula creo que sí que podemos tener alguna incidencia.

Porque todos hemos tenido aulas que han sido una especie de polo norte, ¿no? Clases donde el ambiente de trabajo era, por decirlo de alguna manera, gélido. Aulas donde, por una cosa o por otra, no pasaba nada o, al contrario, donde pasaban demasiadas cosas. Clases donde, en definitiva, hacía mucho frío (del metafórico, que es el peor). Por otro lado, seguro que también hemos trabajado en el trópico: con calorcito, con riqueza y variedad, con alguna que otra tormenta tropical, cierto, pero en general con unas condiciones más que aceptables para el desarrollo de nuestro trabajo.

¿Cómo incidir en el clima de nuestra aula? Se dice pronto, claro. Leo en Cómo dar clase a los que no quieren, de Joan Vaello Orts, que el clima del aula viene determinado por tres grandes variables: el control del aula, las relaciones personales que en ella se dan y el rendimiento del alumnado. Se trata, pues, de favorecer la generación de un contexto donde las relaciones entre los miembros del aula sean de respeto y comprensión, donde cada alumno puede rendir de manera acorde a sus posibilidades y donde existan unas normas de convivencia reconocidas y aceptadas por todos. 

Porque sí que podemos esforzarnos por acercarnos a nuestros estudiantes e intentar ponernos en su lugar para comprender algunos de sus comportamientos que, a priori, nos puedan parecer extravagantes. Porque sí que podemos tratar de acordar (y no imponer) maneras de hacer y normas de actuar en el aula. Porque también podemos, y debemos, favorecer que cada estudiante avance y progrese a su ritmo teniendo en cuenta sus capacidades y habilidades. 

No es fácil, por supuesto, pero una parte importante del clima que tengamos en el aula recae bajo nuestra responsabilidad y, dificultades y trabas al margen, creo que debemos esforzarnos en fundir los polos que tengamos en nuestras aulas y tratar de acercarnos al trópico. Porque el calorcito, y más en estas fechas, se agradece un montón.