jueves, 23 de julio de 2020

8 tipos docentes de vacaciones

En pleno auge de la pandemia escribíamos por aquí 8 tipos docentes que han surgido durante el confinamiento (y alguno más, a petición popular) donde describíamos con cierta sorna algunos fenotipos docentes apreciables en las redes. Las cosa se fue de madre y con las aportaciones de much@s compañer@s llegamos a descubrir hasta 20 especímenes distintos. Pues bien, ya estamos de vacaciones y, como todos los años, los docentes (como el resto de los mortales) innundamos las redes sociales con imágenes, comentarios, opiniones y "cuñadismos" de todo tipo y condición. Como un servidor tiene tiempo de sobra para estas tontunas, pues me he puesto a la tarea de describir brevemente algunos de estos docentes vacacionales detectados durante estas primeras semanas de vacaciones. Que no se me ofenda nadie. O sí, como queráis. Vamos a ello.

El más frecuente es, sin duda, el docente viajero. Este docente hace proselitismo de sus flamantes vacaciones y decide compartir con todos nosotros su día a día (a menudo, minuto a minuto) vacacional. El coronavirus ha limitado el radio de acción del docente viajero, el cual este verano se conformará con transitar el territorio patrio (y que cada uno entienda patrio como le dé la gana).

Un segundo tipo docente muy habitual durante vacaciones es el docente playero. El docente playero, como no podría ser de otra forma, decide compartir imágenes de su estancia en la costa, normalmente en poses de lo más sugerentes y retorcidas. Es especialmente habitual la imagen selfie luciendo cacha con el mar de fondo. Una segunda versión, ya más en desuso, sería la típica fotografía del mar con los pies de fondo y el comentario "Aquí, sufriendo". Docentes playeros, desde aquí os pedimos un esfuerzo innovador, en línea de las nuevas metodologías que seguro aplicáis en las aulas, y os invitamos a darle una vuelta de tuerca a vuestras imágenes y posts varios.

Otro tipo docente vacacional es el docente opositor. Aunque, bien pensado, no hay vacaciones para el docente opositor. La programación, los temas y las prácticas no permiten un minuto de relax. Detectarás fácilmente al docente opositor por sus imágenes de apuntes, notas y subrayadores de colorines acompañados de mensajes que oscilan entre la motivación y el desánimo absolutos. No hay término medio. Desde aquí, ¡mucha fuerza a todos ellos! 😘

Un cuarto tipo es el docente deportista. Y es que el verano es un excelente momento para iniciarse/recuperar la práctica deportiva. Entre los docentes deportistas encontramos perfiles modestos y humildes (una carrerita aquí, un paseíto por allá) pero también auténticos animales que con dos semanas de preparación pretender emular a los cracks del deporte mundial. Eso sí, tanto unos como otros deciden que compartir sus registros, datos biométricos e incluso grabaciones en plena práctica deportiva es una buena idea para contribuir a la salud mundial en tiempos de pandemia. ¡Gracias por tanto!

Un quinto tipo docente es el lector. Es un fenotipo bastante frecuente entre el cuerpo docente, incluso durante el curso escolar. Si sigues un par de cuentas de docentes lectores en estos dos (o cinco) meses de vacaciones vas a tener recomendaciones literarias para el próximo lustro. Tú mism@.

Otro tipo docente peligroso es el docente motivado. El docente motivado no entiende de vacaciones. Para él/ella estos dos (o cinco) meses de vacaciones son un lapso de tiempo perfecto para preparar materiales para el año que viene. Da igual que no sepan qué curso van a impartir ni si el formato va a ser presencial, semipresencial o a distancia, las vacaciones son un excelente momentos para descansar preparar materiales "porque luego no me da la vida". Y punto.

El séptimo tipo docente es el docente familiar, fácilmente detectable por las imágenes de su familia tomando helado, su familia bañándose en la piscina, su familia jugando al minigolf, su familia comiendo paella, su familia jugando en la playa...

Y, por último, tenemos el docente mindfulness o también conocido popularmente como yoguidocente. El docente mindfulness se levanta cada mañana para ver la salida del sol mientras desayuna una infusión con una tostada de aguacate. Aprovecha para releer a Coelho, practicar yoga a mansalva en posturas imposibles y, por supuesto, documentar todo ello en sus redes sociales con todos los filtros habidos y por haber. Gente sana de mente, of course.

Pues bien, estos son los tipos que un servidor ha detectado. ¿Alguien se atreve a continuar? 😉

PD: Añadimos nuevos fenotipos con aportaciones del claustro tuitero.
  • Uno muy habitual, me temo, este verano: el docente que no ha dejado de trabajar. Se diferencia del motivado en que este primero no ha dejado de trabajar por causas ajenas a su voluntad (y propias a la consejería de educación de turno).

jueves, 2 de julio de 2020

Tres motivos por los cuales aún no he leído las instrucciones para el siguiente curso publicadas por el Departament

Bueno, pues tal y como se avanzó en un programa de TV3 hace un par de semanas, efectivamente, a finales de junio han llegado las instrucciones para el curso educativo que viene en Cataluña. El director de mi centro nos enviaba un correo con el documento de marras adjunto a última hora de la noche del día 30. Ya han pasado dos días y aun no lo he abierto. Y va a pasar algún día más. Claro, tengo la ventaja de no formar parte de un equipo directivo y puedo postergar el asunto todavía unos días más. De hecho, me temo que van a ser más bien unas semanas. Pero, ¿por qué no leerlas?, ¿cuáles son lo motivos? Aquí van tres de ellos.

Primero, porque creo que no van a ser las últimas. Tanto las Consejerías como el Ministerio de Educación llevan dando bandazos desde inicios del confinamiento. Con la preocupación de parchear el curso 2019-2020, a mi entender, se ha perdido la oportunidad de programar con detalle y de manera coherente el siguiente curso. Intuyo que estas intrucciones no van a ser las últimas y si no, al tiempo.

Segundo, porque me huelo imprecisión y generalismos por todos los lados.  Y esta también ha sido una constante durante todo el confinamiento. La falta de concreción por parte del Departament durante todos estos meses ha sido apabullante. Es en estos momentos cuando las administraciones educativas esgrimen la famosa autonomía de centro que no deja de ser un "buscaos la vida" de manual. He visto un par de tuits de compañeros que tengo en muy buena consideración criticando, de nuevo, la falta de directrices claras en las instrucciones. En fin, más de lo mismo.

Y tercero, porque ha sido un curso larguísimo, inacabable (hoy he dado mi última clase) y estoy cansadísimo de todo. De la improvisación, del cachondeo por parte de unos y otros, de la falta de una visión estratégica sobre la educación de los responsables del tinglado... Harto de enterarme de decisiones importantes por los medios de comunicación, de la falta de coherencia de muchas de ellas, de la falta de recursos...

Así que, como podéis imaginar, no tengo ningunas ganas de ponerme a ello. Nos daremos unos días para recuperar energías y, ya si eso, las leeremos en unas semanas y, por supuesto, comentaremos por aquí qué nos parecen. Con un poco de suerte ya tendremos la nueva versión de las instrucciones para el año que viene y mira, eso que nos ahorramos. 😉

Mucho ánimo a los equipos directivos y fuerza para lo que viene. ¡Que tengáis un feliz inicio de verano! ¡Seguimos!