Que levante la mano quien nunca se haya hecho un selfie. No hay más preguntas. Incluso los que normalmente huímos de las fotos como de la peste, en un momento o en otro hemos sentido la tentación de hacernos esa foto cutre y exhibicionista en el baño sacando morritos y con el rollo de papel higiénico apareciendo por allí al fondo. Otra cosa es que luego le demos visibilidad y la colguemos en nuestro muro del Facebook. Por ahí algunos no pasamos, claro. Bromas aparte, me refiero a que vivimos una época de exhibicionismo permanente donde gran parte de la sociedad muestra unas enormes ganas de presentarse (de mil y una maneras distintas) ante la opinión pública. No lo critico, que conste, simplemente lo constato.
Hace unos meses leí un genial artículo de Oscar Boluda (@oscarboluda) titulado Profesor: ¡hazte visible! por favor donde el autor hacía un alegato en favor de dar visibilidad al trabajo desarrollado por el cuerpo docente. Totalmente de acuerdo. Si bien es cierto que cada vez tenemos más foros y espacios para compartir nuestro trabajo con otros colegas, no lo es menos que legiones de profesores creativos y que desarrollan un trabajo muy interesante viven todavía "dentro del armario". A veces por timidez, otras por autoexigencia o simplemente por desconocer los canales para compartir y comunicar su trabajo, gran parte del profesorado no comparte sus propuestas y proyectos no ya en el mundo 2.0 sino, en ocasiones, tampoco con sus propios compañeros de centro.
En la era del selfie no puede ser que muchos docentes vivan su profesión "encerrados", sin compartir ni comunicar su trabajo. Sería ideal que como docentes nos "marcáramos" nuestros propios selfies educativos para divulgar y presentar nuestro trabajo e inquietudes profesionales tanto en el mundo 1.0 como en el 2.0. ¿Cómo? Aquí van algunas posibles vías para crear y/o potenciar nuestro particular "selfie educativo":
- "Claustrear": compartir con nuestro entorno 1.0 el resultado de nuestros proyectos, las claves de la última formación que hemos hecho o nuestras sensaciones en el aula debe ser, en mi opinión, práctica común en el claustro. A veces tenemos a nuestro lado a gente que está desarrollando trabajos maravillosos y no les prestamos ningún tipo de atención. Aprovechemos esa experiencia y conocimientos para crecer como profesionales y dejemos que otros se enriquezcan también de nuestro trabajo.
- Bloguear: crear un blog donde publicar nuestras experiencias, intereses, inquietudes o propuestas. Puede estar dedicado a temas de reflexión, como diario de clase, como blog de aula... Las opciones son infinitas. Al final se trata de tener espacios de comunicación y de ofrecer visibilidad a nuestro trabajo, a nuestra profesión y, sobretodo, al esfuerzo y trabajo de nuestro alumnado.
- Tuitear: Twitter es una fuente de información y comunicación fácil, sencilla, práctica y apasionante. Una ventana abierta a mil y un proyectos de todo tipo. La pregunta es: ¿se puede enseñar sin Twitter?
- Curar: lo de la "curación de contenidos" suena raro, cierto, pero es una estrategia fundamental para filtrar contenidos y acumular información de interés. Existen muchas páginas y dispositivos que nos permiten difundir y almacenar información. La gran mayoría son fáciles de usar y pueden cumplir con esta función.
En fin, son muchas las opciones para visibilizar el trabajo desarrollado. Sólo hace falta echarle un poco de morro, ganas y romper esa dinámica matadora del "yo me lo guiso, yo me lo como". Así que nada, barriga dentro, morritos fuera y ¡dispara!
Quizá también te interese leer: