miércoles, 24 de enero de 2018

¿Estirando el brazo más que la manga?: el día a día de los centros educativos

Mi abuela lo decía a menudo: no hay que estirar más el brazo que la manga. Donde llegue uno, llega. Y punto. Sin más, porque lo contrario lleva a no cumplir con los compromisos adquiridos, a no hacer bien nuestro trabajo o, peor incluso (según mi abuela, claro), a adquirir deudas que lo mismo no se pueden pagar en un futuro. Así que la mujer lo tenía claro: pasito a pasito y buena letra.

Viene esto a colación de una conversación que tuve con una compañera hace unas semanas. Íbamos a recoger unos materiales a horas intempestivas a una librería de una ciudad cercana y reflexionábamos sobre si no estaríamos estirando más los brazos de nuestro centro que las correspondientes mangas (metafóricos ambos, por supuesto). Era, casi, una pregunta retórica, porque ambos sabemos perfectamente que sí, que el centro quizá lleva un tiempo rindiendo por encima de las posibilidades que ofrecen nuestros recursos. Nos animamos rápido, cierto, y no es extraño que a los objetivos definidos por nuestro plan de trabajo anual vayamos añadiendo nuevas propuestas que nos hacen, quizá, rendir por encima de nuestras posibilidades. Y esto, que (creo que) habla muy bien de nosotros en el sentido de estar abiertos a la vida de nuestro entorno inmediato, también puede ser fuente de cierto "colapso docente".

Obviamente, nosotros no somos ninguna excepción. Esto que percibo con total claridad en nuestra escuela, me parece que se reproduce en la mayoría de centros educativos. Si analizamos fríamente la de actividades, proyectos y programas que se manejan diariamente en los centros educativos y los relacionamos con las condiciones objetivas en las que esos programas se llevan a cabo, lo mismo es que, en general, estamos todos un poco estirando más el brazo que la manga. Y no sé si ello conlleva demasiado beneficio.

Porque quizá:
  • Dedicamos demasiado tiempo a aspectos secundarios que podrían quedarse esperando en cola.
  • Perdemos de vista el objetivo final de todo el tinglado.
  • Creamos una dinámica de trabajo que nos bloquea y nos satura como profesionales.
  • Nos quedamos sin tiempo para la reflexión y para compartir con nuestros compañeros.
  • Promovemos la competitividad (interna, pero quizá sobre todo externa) y no favorecemos la cooperación.
  • Generamos propuestas de poco calado y de escaso valor añadido (se acerca el día de la Paz, ¿cuántas palomas vamos a pintar? 😜)
En definitiva, que me parece que sí, que estamos estirando el brazo más que la manga. Lo mismo deberíamos echar un poco el freno, reubicarnos todos un poco y pensar y reflexionar sosegadamente sobre los programas y actuaciones que estamos implementando. Y, además, propongo reservarnos unas horas para hacer lobby a las administraciones de turno para reclamar unas condiciones de trabajo que nos permitan llevar a cabo todas esas propuestas y mejoras que tenemos clarísimo que serían útiles en nuestros centros. ¡Ese sí que sería tiempo bien invertido!


5 comentarios :

  1. Hay que ver si los proyectos ... sirven más al ego personal y a la propaganda hoy necesaria, para no quedar como retrógrados, que realmente al alumnado

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    1. A veces no se trata de postureo, sino de querer abarcar más de lo que quizá podamos. Otras, claro, directamente sí que es una cuestión de postureo. Pero creo que es las menos (pienso en fuera de las redes sociales). En fin, seguimos... Gracias por pasarte por aquí!

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    2. Uff! Con lo que agotan los proyectos! Preparar uno no es trivial (hay que pensar el tema, vincularlo al currículum, pensar estrategias de motivación y evaluación... es mucho más fácil seguir el libro de texto!) y luego aún queda todo el trabajo del aula!

      Yo creo que si alguien lo prueba por simple postureo, o por propaganda... se le pasan las ganas en seguida!
      Em mi centro trabajamos por proyectos y vamos todos agotados, pero como nos pusimos a ello por necesidad y remamos todos en el mismo sentido (salvo los de mates, que luego se pasan el día diciendo que a ellos los alumnos no les funcionan: toma, como a nosotros hace 6 años!), pues se ve avanzar la barca que es un gusto!
      Los alumnos dicen que quiere volver al otro sistema, y les entiendo: este les requiere el esfuerzo de pensar (se nos han quejado de ello! XDDD) y no tienen la excusa de que no entienden, porque lo cierto es que sí entienden ^_^.
      Los proyectos son muy sacrificados, pero postureo =0!

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  2. Me apunto al lobby...
    un abrazo Ramón!!

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