La señora Barberá la lió bien el otro día en la Cridà. Achispada o no, le pegó unas buenas patadas al valenciano, lengua de la tierra donde la edil lleva ejerciendo casi un cuarto de siglo como alcaldesa de Valencia. Leí por ahí que la "anécdota" (sic) en cuestión -así la han calificado en el seno del PP- es una clara muestra del abandono del valenciano por parte del Partido Popular. En fin, no se trata de una respuesta que me sorprenda demasiado viniendo de donde viene.
En cualquier caso, parecen evidentes la desidia y el pasotismo mostrados por la señora Barberá en el desempeño de sus funciones. Porque es de esperar que una profesional de la política, 24 años (¡!) después de acceder al cargo, sea capaz de elaborar un discurso elemental en la lengua de su tierra. Llamadme exigente, pero creo que un episodio como el de la Cridà no puede ser despachado con unas excusas a la carrera argumentando que se quedó en blanco debido a un exceso de preparación. Nivelón.
Pues claro, el día siguiente todo el mundo descojonándonos del asunto. Y con razón. Menudo ridículo, vaya metedura de pata, hay que ser torpe... (nótese lo suave de los eufemismos seleccionados). El episodio del caloret mostró a una profesional de la política derrapando en el ejercicio de sus funciones de una manera brillante, memorable incluso. "Hacerse un caloret", pues, puede ser considerado a partir de ahora como sinónimo de chapucear, de no dar la talla, de improvisar y, por qué no decirlo, de hacer el ridículo, vamos.
Llegados a este punto, y sin ánimo ni voluntad de defender o justificar a la señora Barberá, pensaba yo en mi último caloret particular. Porque, ¿acaso no tenemos nuestros propios "calorets docentes"?, ¿no derrapamos a menudo en nuestro trabajo al más puro estilo Barberá (o casi)? Aquí van algunos posibles casos de caloret docente presentes en las salas de profesores de la geografía universal:
Llegados a este punto, y sin ánimo ni voluntad de defender o justificar a la señora Barberá, pensaba yo en mi último caloret particular. Porque, ¿acaso no tenemos nuestros propios "calorets docentes"?, ¿no derrapamos a menudo en nuestro trabajo al más puro estilo Barberá (o casi)? Aquí van algunos posibles casos de caloret docente presentes en las salas de profesores de la geografía universal:
- Cuando damos al alumnado toda la responsabilidad de "sus" malos resultados.
- Cuando "nos" agenciamos al completo la de los buenos.
- Cuando no nos interesa lo que hace el compañero de al lado.
- Cuando reproducimos en la sala de profesores los comportamientos que criticamos al alumnado en el aula: falta de interés y motivación, uso del móvil, etc.
- Cuando hace siglos que no hacemos un curso de formación ni un lectura relacionada con nuestra profesión.
- Cuando hablamos mal del alumnado: "son tontos, cortos, no se enteran de nada"...
- Cuando consideramos nuestras materias más importantes que las del resto de compañeros.
- Cuando ponemos etiquetas y prejuzgamos al alumnado.
- Cuando blindamos el aula y nuestro trabajo en ella.
- Cuando priorizamos la calificación por encima del aprendizaje.
En fin, que es muy fácil ver el caloret en el ojo ajeno y no en el propio. E insisto, sin que sirva de disculpa hacia la señora Barberá (por favor, haga un esfuerzo, que son 24 años...), echemos un vistazo a nuestro comportamiento y erradiquemos el caloret de los centros educativos. ¡Porque una escuela sin caloret es posible!
PD: Por cierto, nunca he ido a Fallas así que si tienes un cuartillo libre por Valencia estos días, ya sabes... ¡Nos apañamos con poco! Además, seguro que se te ocurren más casos de caloret docente. ¡Compartelos en comentarios!
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¡Madre mía! ¡Cuántos "calorets"! Intentaré añadir alguno más a la lista: Cuando no aceptamos las críticas de nuestros alumnos, no permitimos que nos evalúen y nos sentimos por encima del bien y del mal.
ResponderEliminar¡Calorets al canto! Si es que es un no parar... ;-)
EliminarQuan en reunions de treball els companys vénen sense fer els deures i per, si de cas, rebenten les reunions. Ah, i volen penalitzar un alumne perquè no ha assistit a classe per problemes de salut!
ResponderEliminarDos més! I el segon és de traca i mocador!
EliminarAinsss... derrapar es poco. Lo fatal es meter la pata hasta el fondo y no darte por aludido ( que es lo que nos pasa en muchos claustros) . Esos "caloret", además, hace que uno pierda el sentido de las cosas...por perder pierde hasta el sentido del ridículo.
ResponderEliminarPd. Espero que ganes la espiral de Oro. . Este blog cada día es mejor. ..al nivel de los mejores.
Gracias, compañero! (Luego te doy lo que hemos hablado...) ;-)
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