Por la red, y también en el mundo analógico, proliferan cursos, talleres, conferencias y demás tinglados formativos sobre creatividad y educación. En ellos se nos inculca que mediante la creatividad nuestras propuestas formativas seran más motivadoras y que, por tanto, nos permitirán acercarnos mejor a los intereses de nuestro alumnado. Creatividad mediante, podremos, además, generar experiencias de aprendizaje innovadoras y sugerentes, las cuales nos permitirán crecer profesional y personalmente. Si eres de los que piensa que la creatividad está sobrevalorada, aquí van unos consejillos prácticos para mantenerte firme en tu decisión de dejar de lado la creatividad en tus clases:
- No investigues. También está sobrevalorado, claro. De hecho, investigar y probar con otras metodologías solo puede llevarte a descubrir nuevas ideas, lo cual, como docente reacio a la creatividad, no te está permitido. Aun así, si te apetece leer, prueba con la prensa deportiva (escoge el diario que quieras). Por ahí, precisamente, no corres el riesgo de empacharte de creatividad.
- No compartas tu trabajo. Conocer otras propuestas de trabajo y dar visibilidad a las tuyas puede contribuir a abrir una pequeña grieta en tu pequeño búnquer profesional. Grieta por la que, a la larga, puede colarse a chorro la creatividad. Así pues, mejor evitarlo. Aíslate en tu
cuevaaula y no salgas hasta que acabe el chaparrón (tranquilo, la creatividad no tardará tampoco en quedar desfasada). - No pienses en tu trabajo fuera de horas. Puede ser un error fatal. Nada de pensar en hacer una actividad relacionada con la peli que estás viendo o en aprovechar esa noticia de plena actualidad para montar un proyecto. Céntrate estrictamente en la planificación preestablecida. Además, ¿para qué están los libros de texto?
- Deshecha ideas. Esa idea que te ha asaltado mientras oías a tus compañeros comentar su trabajo con los de primer curso no tiene más recorrido. Olvídala, No vale la pena perder el tiempo con tonterías. ¡A ver si no vas a tener tiempo de acabar el temario!
- No juegues. Todos sabemos que el verdadero aprendizaje se adquiere mediante el sudor y el esfuerzo (del aprendiz, por supuesto). ¿Qué es eso de jugar en el aula para conseguir medallitas e insignias? Así pues, dale caña al temario y plantifica un examen como dios manda. ¿Se te ocurre, acaso, alguna manera menos creativa de evaluar?
- Mantén la rigidez. Para eso planificas, claro. Secuencia bien tus propuestas y no te muevas ni un ápice de ellas. Aplícate de nuevo los consejos del punto dos y evita cualquier contacto, por ligero que sea, con agentes creativos.
- Y, por último, niega sin pestañear el poder transformador de la creatividad. Mantente firme y si es necesario no dudes en recuperar mantras del pasado. Recomiendo "la letra con sangre entra". Un clásico que no deja indiferente a nadie.
Simplemente genial!!! Enhorabuena por el artículo!!
ResponderEliminarMe ha encantado
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