viernes, 27 de noviembre de 2015

Formación interna: ¡sí, se puede!

La semana pasada iniciamos las microsesiones de formación interna que hemos programado para este curso. La idea es bien sencilla: aprovechar la experiencia de los miembros del equipo para hacer pequeñas demostraciones de determinados aspectos aplicados en el aula por cada docente. Hemos colgado un calendario en blanco en la sala de profes y la idea es que, periódicamente, cada uno de nosotros realice una breve presentación (no más de 20-30 minutos) de aquel aspecto que, por diversos motivos, quiera destacar de su práctica en el aula: una herramienta nueva, una estrategia de evaluación novedosa, un trabajo específico... En definitiva, se trata de compartir nuestros aciertos y errores para crecer con la experiencia de los compañeros.

Y es que, ya lo hemos dicho por aquí, a menudo nos empeñamos en encerrarnos en nuestra cueva. Demasiadas veces nos cuesta compartir nuestro trabajo y ese, en mi opinión, es un gran error. Con la idea de romper esta tendencia al aislamiento, el año pasado acordamos crear un espacio para forzarnos a abrir nuestra dinámica de trabajo y compartir nuestra práctica en el aula. Le llamamos, exageradamente quizá, Com innovem? (¿cómo innovamos?) con la idea de romper el miedo a probar nuevas herramientas y metodologías y de hacer cambios para generar dinámicas más favorables al aprendizaje por parte de nuestro alumnado. Así pues, cada tantos viernes nos vamos a sentar un rato a escuchar al compañero de turno para que nos explique sus (exitosas o frustradas) "innovaciones".

Y digo exitosas o frustradas porque no todo va a ser perfecto, claro. Si son casos de éxito, estas sesiones nos servirán para coger ideas y propuestas y llevárnoslas a nuestro terreno, además de realizar un reconocimiento colectivo a las compañeras que se rompen la cabeza en buscar alternativas y soluciones a los problemas existentes en el aula. Y es que siempre se agradece el aliento del equipo. Por contra, si son experiencias frustradas, seguro que van a generar grandes dosis de aprendizaje en el grupo. 

Ya lo dicen por ahí: unas veces se gana y otras se aprende. Pues eso, que cuando ganemos merece la pena explicarlo y cuando perdamos resulta imprescindible compartir nuestro aprendizaje con los compañeros de nuestro centro. Al final, el trabajo codo con codo es el que nos va a permitir resolver situaciones difíciles y generar unas condiciones de aprendizaje óptimas para un alumnado, el de los centros de adultos, cada vez más complejo y difícil, al menos en nuestro entorno. Abrir las puertas de nuestra aula y crear espacios donde compartir nuestras experiencias puede ser un buen primer paso para ello. Seguro que en muchos de vuestros centros ya lleváis tiempo trabajando en esta idea. ¿Compartes por aquí vuestra experiencia?

Puedes encontrar más entradas sobre formación de adultos haciendo clic aquí.



lunes, 16 de noviembre de 2015

Colaborando en la formación de adultos

La semana pasada, Quim Balaguer nos hacía llegar una propuesta a varios compañeros. La idea, poca broma, era crear un espacio de colaboración para analizar entre todos la compleja realidad que vivimos en la actualidad los centros de personas adultas. De hecho, el bueno de Quim hizo las cosas como deben hacerse, ¡a la brava!. Se puso manos a la obra y en un rato ya tenía creado un site (ver aquí) donde poner negro sobre blanco ideas, propuestas y reflexiones sobre el tema en cuestión. Imposible desaprovechar el trabajo realizado, así que un servidor ya ha aportado algunas ideas al documento.

Me parece que puede ser una iniciativa fantástica. No se trata de hacer un documento dogmático y cerrado, ni mucho menos. De hecho, las realidades de los centros de adultos son de lo más dispares, lo que significa que propuestas e iniciativas que funcionen a la perfección en un contexto no lo hagan o incluso resulten contraproducentes en otro. Pero, en cualquier caso, me parece que puede ser un espacio para hacer red y una plataforma muy interesante de la cual pueden salir propuestas de colaboración muy enriquecedoras para el ámbito de la educación permanente.

Así pues, te invito a que realices tus aportaciones en La formació d'adults, discutas las ya existentes o propongas otras líneas de trabajo alternativas. Puedes enviarlas por aquí mediante el formulario de contacto, directamente a Quim o mediante el hashtag #propostesfadults. Esperamos que la gente se anime y veremos dónde nos lleva todo esto. Échale un ojo al site, va. ¡Ya estás tardando!


PD.: Por cierto, el documento original está redactado en catalán pero es fácilmente entendible. Para traducciones on line podéis recurrir a softonic y para cualquier duda un servidor os echará un cable encantado.





lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Por qué no quieren?

Leo en Cómo dar clase a los que no quieren, interesante obra de Joan Vaello Orts una serie de reflexiones sobre las causas responsables de que una parte importante del alumnado rechace atender en clase y muestre una actitud negativa hacia los estudios. Leo los motivos y los reconozco en la mirada de muchos de mis alumnos:
  • La obligatoriedad de asistir a clase. En el caso del alumnado de los centros de adultos, los más jóvenes obligados por sus padres una vez han sido expulsados del sistema educativo.
  • La ausencia de cultura del esfuerzo.
  • La falta de perspectivas de éxito.
  • La percepción subjetiva de falta de capacidad.
  • La falta de fuerza de voluntad y de perseverancia.
  • La ausencia de hábitos de trabajo.
  • Los problemas personales y/o familiares.
  • El lugar secundario que los estudios ocupan en su escala de valores.
  • El presentismo o desinterés por los planes a medio y largo plazo.
  • La competencia de estímulos alternativos.
  • Las brechas cognitivas (están muy lejos de tener posibilidades de éxito) y socioemocionales (están muy lejos de pretender intentarlo).
No obstante, me atrevo a añadir unas cuantas causas más que creo que están en nuestro tejado y que, bien afrontadas, podrían derribar algunos de los muros señalados más arriba:
  • La existencia de etiquetas y prejuicios hacia ellos.
  • La escasa complicidad de parte del profesorado.
  • La lejanía brutal entre sus intereses y el currículum académico.
  • Las dinámicas de trabajo tradicionales y rancias.
  • La inexistencia de una debida atención a las capacidades de muchos de ellos.
  • La ausencia de estructuras flexibles que permitan un avance progresivo.
  • La nula motivación que les llega desde la escuela.
  • Lo poco importantes que se sienten en el ámbito académico.
Seguro que te vienen a la cabeza algunos motivos más. ¿Te animas a comentarlos?

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lunes, 2 de noviembre de 2015

Primer post "modo padre on"

El jueves tuve mi primera reunión de madres y padres en el jardín de infancia (que no guardería) donde acude mi pequeño. Adjunto balance en términos de coeducación.

Profesionales de la educación presentes: 5 mujeres; 0 hombres.
Padres, madres y/o representantes legales de la chavalería: 14 mujeres, 1 hombre.

Estando en la reunión me acordé del artículo de Pere Solà en El diari de l'educació "¿Los niños pequeños son cosa de mujeres? La inacabable pugna por la educación". Está en catalán, pero no tendrás problema en entenderlo. Me quedo con la reflexión que cierra el artículo: ¿es normal, deseable y funcional, en el país que queremos, que de manera apabullante solo un sexo eduque a nuestra infancia? 

Pues eso.