lunes, 28 de agosto de 2017

Mapa léxico de la innovación educativa para despistados (II)

Hace unos días publicamos por aquí un Mapa léxico de la innovación educativa para despistados donde resumíamos en pocas líneas algunos conceptos vinculados a propuestas supuestamente innovadoras en el ámbito de la educación. Prometimos, como mínimo, una segunda entrega, así que, como uno es persona que gusta de cumplir la palabra dada, aquí va otra tanda de vocabulario didáctico tope innovador. 

Art thinking (a propuesta del amigo Jaume Sans): metodología definitiva contra la pedagogía tóxica. Combina la neuroeducación, el arte y los placeres de la vida para favorecer el aprendizaje verdadero y significativo. Vamos, que vas a echar unos ratazos buenos con tus alumnos a la par que aprendéis como si no hubiera un mañana.

Timeline: listado cronológico de publicaciones en tu red social de referencia. Dime qué aparece por allí y te diré qué tipo de docente eres. No hace falta que te diga qué aparece en el mío, ¿verdad? 😎

Educación emocional: planteamiento educativo que pretende potenciar las competencias emocionales del alumnado como elemento fundamental en su desarrollo personal. Todo ello mientras trabajáis el proceso de hominización o la problemática del cambio climático. Enfoque no apto para docentes que sufren de analfabetismo emocional como un servidor.

Mindfulness: aquí y ahora. Respira hondo y céntrate. Aquí y ahora. Contempla el aula, relájate. Comparte este momento de calma y relax a las 13 horas del viernes con tus 30 alumnos que vienen de clase de educación física. ¿Notas cómo se reduce tu estrés? Aquí y ahora, visualiza el momento. ¿Ves cómo funciona?

Impresión 3D: creación de objetos tridimensionales mediante acumulación de capas de material. Maquinaria cada vez más presente en las aulas de tecnología de los centros educativos. Mola mucho porque creas figuras que luego puedes fotografiar y subir a tus redes sociales, contribuyendo de este modo al innovador timeline de muchos compañeros docentes.

Global teacher prize: el Balón de oro del mundo docente. Resígnate a verlo por las redes (depende, de nuevo, de tu timeline) o trabaja para acceder a la categoría de gurú educativo. Lo mismo suena la flauta y te puedes dar un garbeo de varios años por los coles de medio mundo.

Bilingüismo: si vives en una comunidad autónoma bilingüe, atentado contra el castellano. Si vives en una comunidad autónoma monolingüe, un avance sin precedentes en la enseñanza de la lengua extranjera inglesa.

Minecraft: juego de construcción abierto que permite crear construcciones de todo tipo y condición. Lo mismo te vale para enseñar arte que religión. Y es que el que no innova es porque no quiere. ¿Que no te lo crees? Pues dale aquí, anda.

Realidad virtual: infinito (y molón) mundo de posibilidades para el aprendizaje mediante actividades y herramientas de todo tipo y condición. Como ya sabrás, tus alumnos van a trabajar en profesiones que todavía no están inventadas, así que échale imaginación e instálate en el lado tecnológico de la docencia.

Robótica: Recurso didáctico (tope) innovador basado en la creación/interacción/manipulación de materiales mecánicos y componentes electrónicos que combinados con herramientas informáticas, permiten generar prototipos programables. Si lo combinas con algún reto (ABR) o proyecto (ABP) pasas a la categoría de "innovación suprema".

En fin, unas cuantas ideas más para que te ubiques en el panorama de la innovación educativa. Si te has quedado con ganas de más o si quieres matizar alguno de los conceptos, se aceptan sugerencias que puedes hacernos llegar mediante el apartado de comentarios. Por cierto, no descartamos futuras publicaciones con nuevos elementos innovadores. Si es que es un no parar... ;)


viernes, 25 de agosto de 2017

Mapa léxico de la innovación educativa para despistados (I)

Lo sé, este diccionario llega tarde. Ya estáis “resabiados” y conocéis al dedillo los intríngulis de la innovación educativa. No obstante, pensando en los despistados y rezagados (como un servidor) he creído conveniente elaborar un breve mapa léxico que contiene algunos conceptos clave con los que sin duda te toparás en los saraos y tertulias educativas más innovadoras. Y si no vas a ningún evento porque tu religión te lo prohíbe, piensa que también pueden serte de utilidad para descifrar algunos tuits de tu TL (timeline, esta vendrá en la segunda tanda). Además, el ritmo de obsolescencia de las "nuevas pedagogías" es tan acelerado que me temo que será un post que iremos actualizando a menudo...

Flipped classroom: deberes 2.0 o 3.0, uno ya no sabe. Grabas vídeos (con contenidos de la asignatura, no la vayas a liar), los pasas a la chavalada para que los vean en casa y así en clase es todo trabajo del bueno. Inventazo innovador a saco.

ABP: aprendizaje basado en proyectos. Como diría Rajoy, los alumnos "hacen cosas" (para aprender) mientras el/la profe se vuelve loco/a para gestionar todo el tinglado. Si sobrevives a las primeras experiencias y no sometes tus proyectos a comparación con las fantásticas propuestas que veas por la red, lo mismo hasta te animas a continuar.

ABP (II): aprendizaje basado en problemas. Como diría Rajoy, los alumnos "hacen cosas" (para resolver problemas) mientras el/la profe se vuelve loco/a para gestionar todo el tinglado. Si sobrevives a las primeras experiencias y no sometes tus problemas a comparación con las fantásticas propuestas que veas por la red, lo mismo hasta te animas a continuar.

ABR: aprendizaje basado en retos. Ídem. Y así con todas las letras del abecedario...

Gamificación: el no va más, aprender jugando. Metodología propicia para roleros frustrados. Te montas un juego de rol con cartas de superpoderes mágicos para enseñar la revolución francesa. Asegúrate de que parezca lo suficientemente complicado como para resultar sofisticado. Imprescindible añadir alguna carta de pócima mágica.

Inteligencias múltiples: teoría que plantea la existencia de distintos tipos de inteligencia y, por tanto, la necesidad de trabajar más allá de las mates y las lenguas. Planteamiento educativo no apto para cuñados.

Aprendizaje cooperativo: enfoque que permite traducir en aprendizaje la tendencia natural del ser humano a colaborar de manera armónica para conseguir objetivos comunes. Un clásico en la historia de la humanidad. Añadir o eliminar ironía a gusto del consumidor.

Comunidades de aprendizaje: secta modelo educativo basado en las interacciones y la participación de la comunidad en los procesos de aprendizaje desarrollados en los centros educativos. El día a día de tu centro educativo, vamos.

Competencias: ehhh, umm, ehhh... Pasapalabra.

Rúbricas: método infalible y objetivo de evaluación. Defines los 45 ítems que vas a evaluar y los describes con todo lujo de detalles, así te aseguras de que tu alumnado sabe perfectamente qué le estás pidiendo. Súmum de la innovación (y de la paciencia): redáctalos conjuntamente con ellos.

Visual Thinking: ¿te acuerdas de los garabatos que hacías en los apuntes cuando ibas a la facultad? Pues dales un poco de orden, brillo y esplendor y lo tienes. Dicen (los que saben dibujar) que no hace falta saber dibujar. Malditos sean.

E-learning: aprendizaje a distancia, on line. El aprendizaje por fascículos de toda la vida pero en versión 2.0 o, otra vez, 3.0, uno ya no sabe. Con un poco de marketing, lo ofreces de manera masiva y abierta y tienes un MOOC. Lo mismo solo te acaba un 10% del alumnado, pero no me dirás que no suena tope innovador.

Bien, esta es solo la primera entrega. Amenazo, como mínimo, con una segunda. ¿Alguna sugerencia o definición propia? ;)

Sigue aquí.




domingo, 13 de agosto de 2017

El huevo o la gallina, ¿recursos o innovación?

Leo, por un lado, propuestas innovadoras desde distintos vértices del panorama educativo que centran su foco de atención, me parece, en lo que el profesorado y los centros pueden hacer por mejorar el sistema. Obviamente, profesorado y centros son agentes fundamentales del sistema educativo, los cuales deberían liderar cualquier proceso de cambio metodológico y de gestión en las aulas pero, se me ocurre, ¿qué hay de las administraciones educativas? Y es que me da la sensación que muchas de estas propuestas se olvidan que el día a día de los centros y del profesorado está altamente condicionado por una cuestión elemental: los recursos disponibles. Recursos humanos, pero también tecnológicos y, ya sé que está feo hablar de dineros, quizá sobre todo económicos.

Leo, por otro lado, críticas furibundas a estas propuestas innovadoras por distintas cuestiones: estar sometidas a intereses privados, atentar contra la libertad de cátedra, mercadear con el profesorado, carecer de estudios y evidencias científicas que respalden las propuestas metodológicas planteadas y, a veces, por querer avanzar más rápido de lo necesario. "Primero gestión y luego, ya si eso, innovación" parecen decir. Y lo mismo no les falta razón.

No obstante, se me ocurre que, quizá, ni tanto ni tan calvo. Me explico. Plantear un nuevo paradigma educativo sin el sostén de la administración (insisto, sobre todo presupuestario) se me antoja aventurado, cierto, lo cual no significa que sin su apoyo no puedan llevarse a cabo propuestas de interés. De hecho, es lo que muchos centros llevamos haciendo desde tiempos inmemoriales, aunque alguno de esos flamantes promotores innovadores lo ponga en duda de manera constante. Dicho esto último sin acritud, por supuesto.😜 

Por otro lado, negar por sistema cualquier propuesta innovadora poniendo en duda su validez a causa de su procedencia tampoco me interesa demasiado. Desconfío, por sistema, de los grandes grupos e intereses que capitanean algunos de estos movimientos pero, por contra, quiero mantener una confianza plena en los miles de docentes que, bajo tal o cual marca, están trabajando intensamente y con enorme ilusión para llevar a cabo importantes transformaciones en sus centros. Me parece que el prototipo de docente-lemming que abraza la causa innovadora con fervor incuestionable, aun existiendo, no es representativo de un colectivo mucho más amplio y complejo de lo que se describe desde ciertas tribunas. Eso sí, coincido plenamente en la crítica al paparruchismo innovador y acrítico presente en muchos foros educativos y, sobre todo, en la necesidad de poner a la administración educativa a dirigir de manera consensuada el proceso de cambio y transformación educativa.

¿Respuestas? Ninguna, como siempre. Eso sí, una certeza: desde la trinchera el diálogo se vuelve imposible. Así pues, lo mismo nos interesa ponernos manos a la obra para crear espacios de encuentro y de debate. Sabiendo que suena naif e ingenuo, no se me ocurre otra cosa para evitar que, todavía más, unos vayamos por un lado y otros por otro. ¿Recursos o innovación? Responde tú, anda.


domingo, 6 de agosto de 2017

Educación en modo avión

Estos días de vacaciones más de uno, sentado en su butaca después de infinitos controles de seguridad, trasteará en su móvil para cumplir con las clásicas instrucciones de la compañía de turno antes del despegue: "Pongan sus dispositivos electrónicos en modo avión y sus respaldos en posición vertical". Como todo el mundo sabe, el modo avión es esa función  incorporada por los fabricantes para cumplir con las normativas aéreas y que desactiva todas aquellas funciones que puedan provocar interferencias con los sistemas de navegación, básicamente todas relacionadas con aspectos de conectividad (WiFi, red móvil del dispositivo o el GPS). Vamos, que el móvil deja de estar conectado. Creo que no durará mucho, ya que cada vez más vuelos incorporan wifi a bordo pero, hoy en día, el modo avión es todavía una realidad.

En los últimos tiempos, el panorama educativo anda un pelín revuelto. Revuelto para bien,  quiero pensar. Desde distintos flancos han surgido iniciativas de "renovación pedagógica" de distintas características que han relanzado el debate educativo sobre la práctica metodológica y sobre la necesidad de incorporar nuevas líneas de gestión en los centros educativos. Desde fundaciones e instituciones privadas, en mucho casos vinculadas al sector bancario y a potentes grupos empresariales, hasta (lógicamente) el sector editorial, pasando por distintas agrupaciones de escuelas religiosas o por alianzas entre entidades y escuelas, aparecen numerosas iniciativas de formación del profesorado, materiales específicos de trabajo y, en último término, una crítica feroz al "modelo de escuela tradicional" por desfasado, poco eficaz y atrasado.

Señala Rosa Cañadell en su acertado artículo ¿Quién manda en la educación? que estas diversas iniciativas renovadoras coinciden, en general, en cinco grandes críticas a la escuela tradicional. A saber: 1) La necesidad de formación del profesorado; 2) La necesidad de cambio metodológico; 3) El uso de las tecnologías de la información y la comunicación como elementos centrales del nuevo paradigma metodológico; 4)  La necesidad de ubicar al alumnado en el centro del proceso de aprendizaje; y 5) El impulso del espíritu emprendedor. Se trata, en definitiva, de propuestas y planteamientos, a priori, enormemente rompedores que dejan en evidencia al modelo educativo actual. En unos casos de manera más ácida y en otros de modo más sibilino, desde estos movimientos renovadores se describe un panorama educativo general desconectado de las necesidades del alumnado y, de rebote, también del profesorado. Un panorama donde el sistema y concretamente, el profesorado, parece no estar a la altura de los tiempos. En definitiva, un sistema educativo en "modo avión", paralizado y desconectado de su tiempo.

Parece evidente que el sistema educativo en su conjunto presenta un amplio margen de mejora. Faltaría más. No se trata aquí de negar las necesidades de cambio de un modelo seguramente muy mejorable en algunos aspectos. No obstante, poco hincapié hacen estos movimientos en la cuestión presupuestaria y de asignación de recursos; poco hincapié se hace también, me da la sensación, en la situación de desigualdad notable entre centros de distintas comunidades e, incluso, de distintos barrios. Por otro lado, seguramente es cierto que existen profesionales y centros en "modo avión", no tengo ninguna duda. A pesar de ello creo que, en general, el sistema educativo se mueve. Los centros y los profesionales que trabajan en ellos buscan respuestas y ofrecen soluciones de manera activa a los problemas y necesidades de sus comunidades educativas. Creo, en definitiva, que ese modelo tradicional, esa educación en modo avión que se describe desde distintos foros ni existe, ni ha existido nunca.

Eso sí, existen notables problemas en el sistema educativo la resolución de los cuales pasa por el trabajo conjunto y en sintonía entre todos los agentes del mismo. Y en especial de las administraciones educativas, las cuales deben dotar de recursos y de un marco laboral y de gestión óptimo para el desarrollo de nuevas líneas de trabajo. No puede ser que la formación del profesorado, por ejemplo, dependa del voluntarismo de los claustros. No puede ser que exista una improvisación constante, véase la cuestión de las no-reválidas, y una clara limitación de recursos, véase el tema de los presupuestos menguantes. En fin, que bien haremos en dejarnos de barreras y de trincheras y en ponernos, todos a una, a arrimar el hombro para hacer avanzar un sistema que seguro que necesita un impulso, cierto, pero que está lejos de estar paralizado como se plantea desde ciertas tribunas. Mientras tanto, bien harían algunos en aprovechar los altavoces mediáticos de los que disponen para instar a las administraciones públicas a encabezar este proceso de mejora y cejar en la crítica a un modelo educativo que, quizá, solo exista en el imaginario colectivo de unos cuantos. ¿Educación en modo avión? Quizá no sea para tanto...

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