lunes, 5 de marzo de 2018

Por qué la innovación no arraiga en el sistema educativo (modestia aparte)

Hace unos años que las redes sociales van llenas de propuestas innovadoras llevadas a cabo por docentes de todo el país en distintas etapas y ámbitos educativos. De hecho, a juzgar por la proliferación de proyectos y actividades innovadoras publicadas por aquí y por allá, cualquiera podría pensar que nos hallamos ante un sistema educativo dinámico, activo y versátil. En una palabra: innovador. Pero, claro, una cosa son las redes sociales y otra la vetusta realidad.

Y es que, a pesar de que cada vez más docentes se animan y se lanzan a investigar con propuestas innovadoras o, cuando menos, alternativas, me temo que no podemos afirmar que la innovación educativa sea una realidad en centros y aulas a lo largo y ancho del país. Al contrario, un servidor tiene la sensación de que esta innovación no arraiga en el sistema educativo por, entre otras cosas, los motivos que se apuntan a continuación:
  • Porque tenemos un sistema educativo que no favorece la cooperación entre los centros educativos sino (me temo) la competencia.
  • Porque la creciente carga de trabajo burocrático impuesta por las administraciones educativas de turno frena la voluntad de los docentes para investigar y formarse en nuevas metodologías.
  • Porque, a menudo, la innovación educativa toma formas y apariencias un tanto elitistas que la alejan del común de los docentes.
  • Porque existe poca transferencia de buenas prácticas entre docentes, centros y etapas educativas. No hablamos aquí de comunicación y/o visibilización de experiencias, sino de transferencia real y puesta en práctica.
  • Porque la estructura del sistema educativo, plagado de minas en forma de reválidas varias, constituye un freno para muchas propuestas innovadoras. 
  • Porque muchos centros tienen dimensiones excesivas que dificultan el arraigo de una cultura colaborativa entre los equipos. ¿Cómo cohesionar centros con miles de alumnos o claustros con cien, ciento y pico docentes?
  • Porque, seamos sinceros, una parte importante del colectivo docente vive, si no de espaldas, sí al margen del debate sobre la innovación.
  • Porque en muchas ocasiones los equipos docentes son inestables y con una movilidad tal que resulta difícil establecer proyectos a medio-largo plazo.
  • Porque la innovación educativa no contribuye de ninguna manera a la mejora de la carrera docente. Si es que podemos hablar de carrera docente...
  • Porque la innovación educativa, hoy en día, genera más discusión que consenso en el ámbito de la educación.
  • Porque necesitamos clarificar el propio concepto de innovación y llegar a acuerdos sobre cómo (o si) nos interesa trasladarla a la realidad de los centros.
  • Porque no existe una planificación estratégica por parte de la administración (o al menos un servidor no la percibe) en temas clave como la formación del profesorado y la reforma del sistema educativo.
  • Y, un clásico y quizás lo más importante, porque a menudo tenemos ratios excesivas, poco tiempo y escasos recursos para plantearnos algo más que salir del paso como podamos.
En definitiva, algunas ideas sobre las posibles causas que pueden hacer que la innovación no se consolide en nuestros centros educativos. ¿Estás de acuerdo?, ¿tienes en mente algún otro motivo? ¡Compártelo por aquí!

4 comentarios :

  1. Interesante y muy completo análisis. Creo que los centros públicos no entramos a competir unos con otros, sino que simplemente vivimos de espaldas. Es cierto que en algunos contextos hay esa rivalidad por la matrícula o el prestigio, pero eso también responde a que la administración descuida sus obligaciones de tratar a todos con la misma vara de medir.

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    1. Pensaba precisamente en eso cuando señalaba la posible competencia entre centros: matrículas y prestigio. Por otto lado, parece evidente como señalas que a menudo vivimos de espaldas unos de otros. Mejor nos iría si potenciaramos el trabajo en red a nivel local. Y ahí creo que la administración tiene mucho que decir.

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  2. Ramon, muy de acuerdo en tu reflexiones y con la puntualizacion de Toni. Añadiria: qie la cantidad no vaya,por encima,de la calidad.
    La cooperacion horizontal, vertical, transversal mejorara, si o si, el resultado ( Como dice el Sr Dejours).

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    1. Muy de acuerdo. El tema es cómo conseguimos promover esa cooperación y ese trabajo transversal. Me gustaría pensar que las administraciones educativas lo tienen en la agenda, pero no lo veo. Seguiremos, pues. ¡Un abrazo!

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