jueves, 5 de abril de 2018

La dimensión desconocida

Leo L'aneguet lleig (El patito feo), el último post de Joan Padrós, director del CFA Palau de Mar, y no puedo estar más de acuerdo con él. Es una idea que de vez en cuando vamos dejando caer por aquí y que otros blogs como los de los compañeros Josep Miquel Arroyo o Quim Balaguer también reflejan a menudo: la de que las administraciones educativas no acaban de poner la atención y, sobre todo, los medios que necesitamos desde los centros de adultos para desarrollar nuestro trabajo de manera óptima. De hecho, el nombre del blog de Quim es bastante claro al respecto: La germana pobre i lletja (La hermana pobre y fea). Como diría aquel, "no hase falta desir nada más". 

Lo triste es que no solo las administraciones educativas olvidan o relegan a un segundo plano a la educación de personas adultas. También lo hacen iniciativas supuestamente renovadoras e innovadoras, de las cuales cabría esperar algo más de atención y de comprensión, máxime cuando en los centros de adultos acabamos sufriendo de primera mano el fracaso del sistema educativo en sus etapas obligatorias. Y es que cuando te dan constantemente con la puerta en las narices uno se acaba hartando.

También es cierto que hay administraciones que se esfuerzan por apoyar y arrimar el hombro. En Cataluña, por ejemplo tenemos una red de centros municipales que, mejor o peor, con más o menos criterio, hacen inversiones importantes para mantener espacios de formación de personas adultas. Cabe, pues, ponerlo en valor. Pero hay que exigir, también, que esa inversión en recursos se haga de manera sostenible, con criterios estratégicos y dando respuesta a las necesidades del entorno.  Y que las administraciones provinciales, autonómicas y estatales apoyen y den soporte económico y humano a estos proyectos.

Mientras tanto, desde los centros de adultos seguiremos buscándonos la vida para conseguir los recursos necesarios para atender a nuestro alumnado de manera óptima. No podemos hablar de una educación de segunda división, de ningún modo. En la educación de personas adultas, como en cualquier otra etapa educativa, existen excelentes profesionales que desarrollan proyectos pedagógicos y educativos impresionantes y vitales para sus comunidades. Sí, no obstante, podemos hablar de una educación ubicada en una dimensión paralela, donde a menudo no se tienen en cuenta las necesidades ni, sobre todo, las demandas concretas y específicas que realizamos desde los centros de adultos

Pues eso, seguiremos perserverando, dando la matraca y explicando nuestras necesidades y demandas a quien nos quiera escuchar. ¡Seguro que encontraremos a alguien dispuesto a dejarse "enredar"! 😉





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